Iberdrola ve con buenos ojos la entrada de ACS
·La constructora asegura que no ha decidido la fusión con Unión Fenosa
Iberdrola valoró ayer positivamente la entrada de ACS en su capital, por su «vocación de permanencia». La constructora aseguró que no ha decidido sobre su fusión con Unión Fenosa. Tres miembros del consejo de Iberdrola han sido los primeros beneficiados por su compra previa de acciones.
MADRID
Iberdrola valoró «positivamente» la adquisición por el grupo ACS de un 6,31% de su capital, al considerarlo un accionista «con vocación de permanencia». ACS ha pagado 37 euros por acción, lo que eleva el importe de la operación a 2.105,89 millones de euros, que serán financiados por el BBVA. La constructora enmarcó la operación en su «apuesta por el sector energético», ya iniciada con la participación en Unión Fenosa, de la que es máximo accionista con un 35,1% de su capital. No obstante, ACS aseguró que entra en Iberdrola sin tener tomada decisión alguna sobre su fusión con Unión Fenosa, sospecha que disparó la cotización en bolsa de la eléctrica. El ministro de Economía español, Pedro Solbes, respaldó ayer esta posibilidad al admitir que el Gobierno podría modificar la legislación actual, que dificulta las fusiones entre eléctricas españolas, al obligarles a desinversiones, mientras que las extranjeras no encuentran problemas de competencia. ACS desmintió ayer haber dado la orden de ampliar la compra hasta el 10% del capital de Iberdrola. Subrayó que no ha asumido compromiso alguno para adquirir más acciones al mismo precio y que decidirá «libremente su actuación en el mercado a la vista de las circunstancias». El grupo constructor calificó de «amistosa y financiera» su inversión en la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán, y remarcó su «carácter estable», si bien indicó que no tiene intención de acceder a su consejo de administración.
Negocio para los consejeros El precio de 37 euros por acción que ha pagado ACS arroja una prima del 11% respecto al cierre de la eléctrica el martes en bolsa. Y los primeros beneficiados de la revalorización han sido el propio Sánchez Galán y los consejeros Xabier de Irala (a su vez presidente de BBK) y José Ignacio Berroeta.
Según consta en un hecho relevante comunicado a la CNMV, el pasado 11 de setiembre Sánchez Galán adquirió títulos de su propia compañía por importe de 600.000 euros, Irala compró 200.000 euros y Berroeta se hizo con un paquete valorado en 60.000 euros. En total, el consejo de administración tiene el control sobre el 2,15% del capital de forma directa, pero está respaldado por más del 20%. Entre otros, BBVA tiene el 5,5%. Además cuenta con el apoyo de hasta 14 cajas, que están presentes de forma estable.
E.ON dispuesta a negociar La operación de ACS es similar a la realizada por Acciona en Endesa, que se ha hecho con un 10% del capital de la eléctrica, en medio de la guerra de opas entre Gas Natural y la alemana E.ON. Las constructoras españolas desplazan así su interés hacia otros negocios después de haber obtenido inmensos beneficios en el campo inmobiliario.
En esta agitación del mercado eléctrico las acciones de Endesa subieron ayer un 7,69% hasta 35 euros por título, el precio al que tuvo que elevar su oferta E.ON tras la entrada de Acciona. El presidente de E.ON, Wulf Bernotat, mostró su disposición a negociar con el grupo constructor. «Me parece una buena idea, que tiene mucho sentido», afirmó. Acciona no descarta aumentar su participación hasta el 24,9%, máximo que puede alcanzar sin presentar una opa y que le permitiría participar en la gestión de la eléctrica. Desde que se inició la guerra de opas, Endesa ha elevado el precio de sus acciones un 88,58%, y su valor en 17.400 millones de euros, hasta alcanzar 37.056 millones. Ocurra lo que ocurra, Acciona ya ha hecho negocio, ya que si vendiera el 10% de Endesa a los 35 euros ofrecidos por E.ON obtendría plusvalías de 317,6 millones.
Madrid dice que controlará las tarifas
GASTEIZ El ministro español de Industria, Joan Clos, afirmó ayer que el Ejecutivo español «será estricto a la hora de autorizar incrementos de tarifas» ante los movimientos empresariales en el mercado energético Clos advirtió de que el sector eléctrico no es «un páramo abierto donde todo el mundo podrá actuar a sus anchas», sino que se trata de un sector regulado. En cambio, el miembro del Comité Ejecutivo de LAB Txomin Lorca afirmó que la operación de ACS para entrar en Iberdrola «aleja las pocas posibilidades que ya existían para hacer una gestión propia» de la eléctrica. Según Lorca, la política energética puede acabar gestionada «casi en clave de monopolio. Al final, esas empresas van a tener mucha más capacidad de maniobra para imponer sus condiciones a la Administración». CCOO señaló que, si finalmente prosperan los planes para fusionar Unión Fenosa e Iberdrola, «defenderá las inversiones y el empleo». El secretario general de UGT, Cándido Méndez, puso el acento en la necesidad de que «se fortalezcan» las compañías eléctricas con la entrada de nuevo capital español. Riesgo del oligopolio Por otro lado, Batasuna advirtió sobre el riesgo para los consumidores de que se cree un oligopolio gigante que deje el mercado energético en manos de multinacionales. Señaló que son empresas que vienen «del negocio del ladrillo» las que han puesto sus ojos en las eléctricas, donde buscan más el beneficio que la calidad del servicio. Por ello, apostó por un modelo económico soberanista para regular el mercado energético. Por su parte, EA dijo que «defenderá el mantenimiento de la sede social de Iberdrola en Euskal Herria, así como que la decisión no afecte a las condiciones laborales de los trabajadores».
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