Iñaki MORENO*
Maravillas preventivas
Ocho años después de la primera Encuesta Navarra de Salud yCondiciones de Trabajo (ENSCT), han sido presentados los resultadosde la segunda (años 2004-2005). Su debate es una buena ocasiónpara centrar los problemas de salud laboral más allá de la necesariarespuesta movilizadora al goteo de muertes de trabajadores en lasempresas. Nuestro interés en este artículo es caracterizar la situación de las trabajadores y trabajadores incluidos en el sector de servicios yde las administraciones públicas.
En Navarra, en 2004, en el sector servicios trabajaban 96.400 personas, en el sector industrial 70.000, 20.000 en construcción y 6.500 en agricultura por cuenta propia. El de servicios es un sector feminizado y plagado de pequeñas empresas.En él trabajan 1,56 mujeres por cada hombre, mientras en el industrial hay 3,46 trabajadores por cada trabajadora. Existen en este sector 7.200 centros de trabajo menores de 50 trabajadores, frente a los 2.400 en el sector industrial y 1.900 en la construcción. En el estudio, el sector servicios se clasifica en cuatro grandes grupos. Servicios sociales (educación, sanidad y servicios sociales), Administración/banca (administración pública, banca, seguros y alquileres), Comercio/hostelería y Otros servicios (transporte, correos, limpieza y otros). Este estudio entrevistó a los empresarios o sus representantes por un lado y a las/os trabajadores por otro. Los riesgos sicosociales dominan las exposiciones del sector servicios: Los derivados de la organización del trabajo y los asociados a las relaciones interpersonales. Se encuentran sometidas a un riesgo psicosocial organizativo aquellas personas que o bien están sometidas a elevadas exigencias laborales y tienen un escaso control sobre el trabajo que realizan, o bien tienen elevadas exigencias y reciben escasas compensaciones. Los riesgos derivados de las relaciones interpersonales son el llamado «síndrome del quemado» que afecta a profesiones de ayuda y cuidado de personas y sobre todo la violencia conformada por agresiones, acoso moral y acoso sexual. Los efectos sobre la salud de estos riesgos van a ser de tipo cardiovascular, ergonómico, mental, accidental, conductual... Repasemos estos riesgos en Navarra. En el periodo transcurrido entre las dos ENSCTs ha habido un incremento de 6 puntos en la frecuencia de personas que perciben mantener un ritmo de trabajo elevado, alcanzando ya al 37,6 % de la población laboral en 2004. En servicios sociales y administra- ción/banca este factor alcanza a la mitad de sus plantillas. También en el sector servicios se dan los mayores porcentajes de carga de trabajo agobiante y de gran variabilidad de las exigencias laborales. En cuanto al apoyo social, servicios es el sector que presenta menor posibilidad de obtener ayuda para la realización de las tareas. Son éstas las ramas que, sin embargo, tienen mayor autonomía y presentan niveles más elevados de participación en la toma de decisiones. El 12,5% de los trabajadores afirma que padecen riesgo de violencia externa, de usuarios, familiares o extraños, alcanzán- dose el 16,8% en hostelería-comercio. Respecto a los riesgos relacionales, en servicios sociales el 12% refiere haber padecido prácticas de acoso sicológico y en administración/banca, el 5%. El acoso sexual es marginal. En lo referente al resto de riesgos destaca la exposición de servicios sociales a agentes biológicos (22%) y las posturas estáticas mantenidas durante más de la mitad de la jornada que afectan a dos tercios de la población de servicios. En cuanto a los efectos de estos riesgos, uno de cada diez
trabajadores percibe su estado de salud como regular o malo. El sector servicios
es en el que con más frecuencia sus plantillas presentan signos y síntomas de
estrés oscilando la frecuencia de personas estresadas entre el 13% y el 18%. Un
tercio de los gestores de las empresas de servicios reconocen la existencia de
riesgos laborales de estrés, ansiedad y depresión de sus plantillas. También son
las que presentan el mayor porcentaje, un tercio, de molestias en la zona de la
nuca/cuello y en la parte alta de la espalda.
Recursos En cuanto a los recursos preventivos, frente al 80% de empresas industriales que cuentan con delegadas/os de prevención, en servicios estos se hallan en el 50%. Este sector es el que cuenta con un menor grado de integración de la prevención en la gestión de la empresa. También es el que en menor porcentaje ha realizado la obligada auditoría del sistema preventivo. Respecto a las actividades encaminadas a la prevención de riesgos laborales, todos los indicadores son significativamente inferiores en este sector, comparados con los datos generales de Navarra, sean de evaluación de riesgos, de planificación de actividades correctoras, de investigación de las causas de los accidentes de trabajo, de habilitación de formación preventiva, etc. Las pequeñas empresas y comercio-hostelería son las subcategorías con peores indicadores de actividades preventivas. Antes de avanzar alguna conclusión respecto al sector
servicios es conveniente ver la evolución de la situación general de Navarra en
las dos ENSCT. Se observa un gran aumento de las actividades y recursos
preventivos en las empresas y, paradójicamente, un incremento de los riesgos
percibidos, sean estos de accidente, físicos, químicos, ergonómicos o
psicosociales. No parece ser un problema de subjetividad perceptiva. Otro
estudio publicado en el número de julio-agosto de este año en Gaceta Sanitaria
sobre la evolución de la mortalidad por accidente laboral traumático, excluidos
los de tráfico, en el Estado español, confirma el fracaso de la aplicación de la
normativa preventiva de 1997 al observar que la disminución en la tasa de
accidente laboral mortal observada entre 1992 y 2002 es, en sus dos terceras
partes, asignable a los cambios estructurales productivos, es decir, al escaso
crecimiento industrial y a la disminución del número de trabajadores del sector
minero y pesquero en favor de ramas de actividades de servicios, con menor
riesgo de accidente. La eficiencia pues del nuevo sistema preventivo habilitado
con la nueva normativa es claramente deficiente.
Politicas preventivas
Los datos presentados en la publicación de la II ENSCT, más allá de mostrar un mercado de trabajo deteriorado por políticas de precarización del empleo y una escasa diligencia empresarial en el cumplimiento de la normativa preventiva informan sobre todo de la inadecuación de las políticas y actividades preventivas. La Administración Pública Navarra, con unos 25.000 trabajadores/as es un buen ejemplo. Subcontrata la evaluación de riesgos con una mutua patronal, se empeña en utilizar métodos no validados, y sumamente criticados, de evaluación de riesgos sicosociales, carece de planes de prevención frente al estrés y los daños ergonómicos, ubica la esperanza de la reducción de los riesgos en ofertas formativas, desconsidera las solicitudes sindicales en materia de organización del trabajo, desprecia la atención a las diversas categorías de violencia en el trabajo, desconoce la importancia de los daños laborales, ... Los servicios de prevención silencian cuando no asesoran este auténtico desastre y por último los gestores de la Función Pública Navarra niegan la habilitación de delegados/as de prevención en los centros de trabajo. El aumento de los ya de por sí elevados riesgos y daños laborales que muestra la II ENSCT no son una maldición, tienen causas que es necesario atajar. Entre ellas la debilidad de la acción sindical al hacerles frente. Difícil sería simular en un laboratorio de investigación una situación en la que se incrementaran sustancialmente los recursos para atender un problema y este aumentara en intensidad. En la Navarra preventiva, ¿que ya maravilla al mundo?, en que vivimos, esto se ha logrado. - (*) Iñaki Moreno es responsable de salud laboral de
las admnistraciones públicas de LAB.
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