Raimundo Fitero
Humor
¿Cuántas veces al año se coloca sin yo quererlo este título que nos antecede en mi documento recién abierto? Cientos. Alguna vez es imposible sacarlo. No me deja mi programa informático. Así que, por razones de fuerza mayor, hoy nos inspiramos en el humor. En el buen humor, para ser más exactos. El otro, el malo, el que abunda en los noticiarios y las tertulias, lo condenamos al ostracismo. O lo tapamos con dosis de voluntarismo, eso que llamamos ahora buen rollo.El humor es un proceso que solamente puede venir del cerebro en forma de inteligencia, aunque posteriormente se consuma por el corazón o por las vísceras más centrales del cuerpo humano. El humor es una especie de pacto entre individuos pertenecientes a una misma tribu, secta, religión o generación. Hay humor local, regional, universal. Y hay humor de usar y tirar. Cada vez me siento más identificado con el humor que me hace pensar, el del segundo bote, no el directo y explícito. Y me voy a situar televisivamente. La noche del viernes coinciden horariamente en la primera estatal y en Tele 5, Cruz y Raya y CQC. Si analizamos con parámetros interpretativos, los dos cómicos juegan mucho más a buscar la teatralidad y la gracia, pero utilizan un humor muy sobado, muy añejo. Es un humor que engarza con la tradición audiovisual española, que tiene su clientela, y que funciona en ciertos tramos o situaciones. Especialmente en las paródicas. Pero en otras, debido a lo endebles y toscos de los diálogos, se achata y se convierte en una pesadilla. Los reporteros de CQC utilizan eso que llamaríamos ironía. Doble, triple sentido. En momentos también aparece lo obvio, pero utilizado de una manera más efectiva, más recargada, más cerebral. La actualidad tratada de una manera disolvente. Nada, ni nadie, puede ser sacralizado. Todo y todos, somos sujetos de una mirada mucho más ácida. En ese humor, en ese territorio de la desobediencia convencional, hay chispa. Con toques de gamberrismo, pero con mucha complicidad en un nivel alto del depósito de la inteligencia. En ambos programas reina el buen humor, pero con uno me siento masa, y con el otro me siento individuo. Y lo digo con buen humor. -
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