La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo dedica estos cinco próximos días a profundizar en la prevención de riesgos laborales entre los jóvenes en cada empresa europea. El tema es importante puesto que en la UE-25 hay alrededor de 43 millones de trabajadores con edades comprendidas entre 15 y 29 años, cinco millones son menores de veinte años. Según los datos de Eurostat, al año fallecen 430 trabajadores menores de veinticinco años en accidente de trabajo en el conjunto de la UE. Cada año, los trabajadores europeos con edades comprendidas entre los 18 y los 24 años sufren alrededor de 714.000 accidentes laborales que les obliga a tener bajas por encima de tres días, lo que representa, a juicio de Eurostat, el 16% del total de los accidentes no mortales en el trabajo. También se reconoce que la tasa de accidentes con baja laboral por cada cien mil ocupados es más de un 40% superior entre los jóvenes que en el total de la mano de obra.

A juicio de la Agencia Europea, que tiene su sede en Bilbo, «el grupo de trabajadores más jóvenes es el expuesto con más frecuencia a trabajos con una gran exigencia física». También «el trabajo a muy alta velocidad y con plazos ajustados es más prevalente entre los trabajadores de menos edad». De esta manera, están expuestos a movimientos repetitivos y tareas cortas y repetitivas, a la vez que son los que trabajan en condiciones extremas de calor y frío, lo mismo que sufren ruidos más intensos y vibraciones en el ligar del trabajo.

En materia de prevención, la Agencia Europea, que está dirigida por Jukka Takala, constata que los empresarios «puede que no ofrezcan las instrucciones, la formación y la supervisión adecuadas a los trabajadores jóvenes, que necesitan un mayor control que los trabajadores mayores».

Por este motivo, entre las recomendaciones que demanda esa organización europea, se encuentra la necesidad de que se ofrezca a los más jóvenes «empleos adecuados, sanos y seguros» y advierte que para los menores de dieciocho menores, «incluidos los que realizan estudios de formación profesional y están en prácticas mientras siguen sus estudios secundarios o universitarios, son de aplicación reglamentaciones específicas que incluyen restricciones acerca de la exposición a riesgos y limitaciones en el horario de trabajo».

La Agencia recuerda diferentes obligaciones que los empresarios tienen en materia de protección en el centro de trabajo, que es su responsabilidad. «Identificación de los riesgos y realización de una evaluación de los riesgos». Según detalla, no sólo deberá incluir a los jóvenes que trabajan a jornada completa, sino también cualquier trabajo ocasional, «por ejemplo los jóvenes para ayudar los fines de semana o durante las vacaciones escolares y los que están en formación profesional o con contratos en prácticas».

Exige que los empresarios proporcionen «la organización necesaria que destaque medidas de supervisión específicas». También exige a los empresarios que «identifique las medidas especiales necesarias para las personas más vulnerables, incluidos los trabajadores jóvenes y los recién contratados , como prohibirles el uso de equipos peligrosos». Un aspecto que es extremadamente necesario es que los empresarios formen, instruyan e informen de forma adecuada a quien se contrata para desempeñar cualquier puesto de trabajo para que conozca los riesgos directos existentes. En muchos accidentes de trabajo que están ocurriendo se sabe que el trabajador no ha sido informado ni formado en el manejo de determinada maquinaria o estar precavido ante determinadas situaciones de riesgo.

Muchas ocasiones la información que ofrece el empresario se basa en un simple papel donde, de modo genérico, se incluyen especificaciones, pero no supone una adecuada formación. La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo otorga una relevancia especial a este tema. -

BILBO