Una bomba israelí mata a un niño libanés
BEIRUT
Un niño de diez años murió y su hermano resultó herido de gravedad al estallar una bomba de racimo lanzada por Israel en el sur de Líbano durante su agresión militar contra este país árabe entre julio y agosto, dijeron ayer fuentes policiales.
Los dos hermanos se encontraban junto a sus padres, que trabajaban en un campo de olivos en la aldea de Helta, cerca de la frontera con Israel, cuando la bomba estalló. Uno de los pequeños falleció en el camino hacia el hospital y el otro se encuentra en estado muy grave.
Más de un centenar de personas han muerto o han resultado heridas hasta el momento por las bombas de racimo lanzadas por Israel en el sur de Líbano durante los últimos días de su ofensiva. Israel hasta ahora no ha suministrado a la ONU los mapas con el emplazamiento de dichas bombas, que constituyen el mayor peligro para la población del sur e impiden el retorno a una vida normal. Se calcula que hay un millón de bombas de racimo aún sin explotar.
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