REAL MALLORCA 0
REAL SOCIEDAD 0
PALMA DE MALLORCA
La Real cortó la racha de cinco derrotas consecutivas con un punto que mantendrá a Bakero en su puesto y que puede ser el punto de inflexión para cambiar la dinámica negativa, para lo que es necesario acompañar en el futuro el resultado de ayer por otros mejores que llegarán si se da continuidad a la imagen de fortaleza mostrada con diez y a la suerte que acompañó el debut de Bravo con su poste derecho, en el que se estrellaron tres disparos en los últimos minutos del encuentro.Al margen de esas jugadas afortunadas, los jugadores blanquiazules respondieron de forma positiva en una situación límite. La Real no podía perder ayer porque quedar con un punto de 21 y a diez de un rival directo como el Mallorca habría sido un lastre demasiado grande que implicaría el final del proyecto de Bakero.
El partido fue malo y estuvo condicionado por la expulsión de Gerardo en una acción en la que fue más desproporcionada la entrada peligrosa del lateral con el pie a la altura de la cara de su rival que una tarjeta que en cualquier caso fue rigurosa. Hasta entonces no hubo ninguna ocasión clara de gol.
A partir de ahí Bakero y la Real reaccionaron mejor que el domingo anterior. El técnico hizo el cambio que debía hacer para jugar como debía haber jugado contra el Zaragoza, con dos líneas de cuatro y Kovacevic en punta. En lugar de venirse abajo ante la adversidad, el equipo realista se rehizo bien y jugó como debe hacerse porque una inferioridad no debe notarse tanto. De hecho, la Real llegó a los últimos veinte metros y dispuso de más lanzamientos de corners y faltas cercanas al área con diez que con once.
El Mallorca parecía no saber aprovechar su superioridad, la decisión de Manzano de poner sobre el césped a todos sus delanteros era cuestionada por todos los aficionados y periodistas locales porque colocó a Diego Tristán de media punta cuando pedía el cambio a gritos. Pero el sevillano empalmó un balón al borde del área grande y a partir de ahí empezó el idilio de Claudio Bravo con su poste derecho. El portero chileno debió hacer más en las tres acciones que podía haber parado por la lejanía de los disparos, pero parecía confiar en la complicidad del poste con una fortuna que premia la reacción positiva experimentada por la Real en los finales de los dos tiempos, en los que debe tomar la referencia que debe seguir para la reacción.
La Real de las salidas
Hasta la expulsión, en Son Moix se pudo ver a la Real habitual de los partidos de fuera de Anoeta, con más tranquilidad que en casa, con la intención de defender con seriedad y concentración y sin conceder más remate de gol hasta los tiros al poste del final que una falta lanzada por Arango fuera. En ataque estuvo inexistente en las dos primeras medias horas del partido, fundamentalmente porque defensivamente le faltaba más agresividad a la hora de recuperar el balón en posiciones más avanzadas para salir a la contra con peligro, el mayor déficit del equipo en este duro comienzo de Liga.
Sólo en los últimos diez minutos del primer tiempo y en el segundo tras la expulsión lo hizo y sólo con eso sufrió el Mallorca mucho. Así llegó antes del descanso una contra iniciada por Aranburu con un pase a Fabio Felicio y una buena acción del portugués que abrió a la derecha para que Gari enviara un centro peligroso que Nunes desvió a corner como pudo haberlo enviado a su portería.
En la jugada siguiente fue Gerardo el que recuperó bien un balón con agresividad y dio un buen pase a Kovacevic, que se fue de Nunes con la velocidad y movilidad que Bakero le pide y cuando se quedaba sin oposición dentro del área en buena situación de remate, Ayza Gámez y su asistente demostraron el bajísimo nivel del arbitraje al cortar una buena ocasión de peligro por falta del central portugués sin aplicar la ley de la ventaja.
Fueron unos minutos para la ilusión porque hasta entonces la Real no había hecho absolutamente nada en ataque. Hasta el minuto 34 no fue capaz de acercarse al área de Prats en una acción que no fuera a balón parado. El Mallorca tampoco hizo mucho más, lo que unido a los diez minutos finales de superioridad realista provocó que fuera despedido con una gran pita de su afición.
Ataques por la derecha
El Mallorca volvió a retomar la iniciativa del encuentro en la segunda mitad, con ataques sistemáticos por la banda derecha donde Jonás Gutiérrez y Varela creaban problemas a Garrido y a Fabio Felicio. Pero la Real no sufría en defensa y la única acción de peligro fue un lance de Labaka con Tristán en el que el árbitro pudo pitar penalti.
La Real no hizo mucho en ataque antes de la expulsión, pero Aranburu dio un pase perfecto a Kovacevic que el serbio no pudo aprovechar por no estar situado un metro detrás. Como en el primer tiempo, parecía que la Real mejoraba conforme empeoraba el Mallorca y ni tan siquiera la expulsión rompía esa inercia porque Manzano apostó por un equipo muy ofensivo y el centro del campo pasó a ser realista y en tres ocasiones se llegó con intención al área y se lanzaron cuatro corners, pero sin llegar a rematar en ninguna ocasión.
El Mallorca no tenía las ideas claras, pero al final la presencia de tantos delanteros empujó a la Real a su área y llegaron esos tres disparos aislados que por fortuna no entraron en la meta de Claudio Bravo.
Así se cortó la racha de derrotas y ahora lo necesario es inaugurar la de victorias el domingo con el Villarreal para hacer mejor el punto de ayer. La permanencia está a tres cuando quedan 93 por jugar y lo fundamental es que el equipo dé continuidad a los minutos finales de ambos tiempos y demuestre más agresividad para presionar más arriba y más fortaleza sin venirse abajo ante circunstancias adversas con las que debe convivir. Si eso sucede, el de ayer puede ser el punto de inflexión de la temporada.
PALMA DE MALLORCA
El presidente realista, Miguel Fuentes, protestó tras el partido por los arbitrajes recibidos por su equipo: «¡Ya está bien! Hoy también ha sido decisiva la actuación del árbitro al dejarnos en inferioridad numérica. Nosotros respetamos a los árbitros y ellos no están siendo respetuosos con la Real y no aplican el mismo criterio con nosotros que con los rivales. La entrada de Gerardo es aparatosa y se puede discutir si es merecedora de expulsión o no, pero antes ha habido otra entrada de un rival más peligrosa y no se ha sancionado con una tarjeta roja».
El presidente realista se mostró satisfecho con la reacción de su equipo. «Creo que en defensa ha estado bien y no nos han realizado ocasiones hasta los tres postes de los últimos minutos producto de jugar con uno menos. En ataque se ha mejorado con respecto a partidos anteriores y se ha demostrado que tenemos equipo para estar más arriba porque en ningún momento el Mallorca, pese a jugar en su casa, ha demostrado ser superior a nosotros».
Preguntado por la posibilidad de destituir a Bakero en el caso de un resultado negativo en Mallorca comentó que eso eran cosas de la prensa y señaló que tras el partido habló con el técnico del desarrollo del encuentro y no de otras cuestiones.
Sobre su situación, José Mari Bakero dijo que «sé donde estoy, llevo muchos años en el mundo profesional y en ningún momento he pensado en mi situación. Yo seguiré trabajando hasta que pueda y ojalá que sean muchos años en la Real».
