IRUÑEA
Los trabajadores de Dornier, empresa que gestiona la zona azul en Iruñea, Lizarra y Tafalla, denunciaron ayer «la persecución» a la que están siendo sometidos por parte de la Policía municipal y la Policía española a la hora de ejercer su derecho a la huelga. Estos trabajadores se encuentran en huelga indefinida desde hace doce días con el fin de lograr un convenio laboral digno.
Según señalaron desde LAB, a algunos huelguistas les han impuesto multas de hasta mil euros por poner pegatinas en los expendedores de tickets bajo el argumento de «obstruir un servicio público». Indicaron, asimismo, que están siendo vigilados constantemente por policías de paisano y que los servicios mínimos son «exagerados».
La empresa Dornier, por su parte, anunció que iba a comenzar a multar desde ayer mismo a los vehículos que aparcaran sin colocar el correspondiente ticket, pese a reconocer que en los días precedentes muchos expendedores habían sido inutilizados con silicona o pegatinas por los huelguistas.
Por otro lado, Iruñea Berria denunció que la única respuesta que han obtenido los huelguistas por parte de la empresa y el Ayuntamiento de la capital navarra ha sido la represiva, «mediante sanciones y amenazas». La plataforma abertzale señaló que, tras reunirse con el comité de empresa, «pudimos comprobar cómo las demandas laborales que se plantean siguen siendo en gran medida las que ya se plantearon en la primera huelga en esta empresa realizada hace seis años».
Criticó, por ello, que «vuelve a demostrarse una vez más que la política de privatizaciones sólo trae consigo una fuerte depreciación de las condiciones laborales».
Subrayó que «el único interés que mueve al Ayuntamiento en esta materia es su afán recaudador» y que «ha abandonado las premisas originales que situaban a esta zona azul como un elemento colaborador en la conversión de usuarios de vehículos en usuarios de transporte público».