Maite Soroa
Mentir es pecado
La combinación del odio visceral y el rostro de piedra resulta un cóctel ponzoñoso que termina por dañar de forma seria a quien lo consume. Observen el caso que sigue.Jaime Larrínaga, cura que fue de Maruri y de donde se largó porque quiso, amparándose en una condición de víctima y de amenazado que sólo existía en su imaginación y en los medios de comunicación que le jalearon para utilizarlo luego a su antojo, escribía ayer en “El Mundo” que en Euskal Herria «todos los nacionalistas pueden expresarse libremente y no temen a los terroristas», mientras que «los vascos no nacionalistas más o menos un 50% de la población, muchos de ellos con escolta, viven con miedo si eso es vivir y no pueden expresarse libremente. Son pesimistas ante el futuro». Atiendan al dato: si la mitad no es nacionalista y «muchos de ellos» van escoltados, habrá que pensar que, por lo menos, el 20 o el 30 por ciento de la población vive escoltada. Y, si las matemáticas no engañan, eso equivale a cerca de un millón de personas. Mentir es pecado, ¿verdad? Y sigue sosteniendo la bola:«Yo, que tengo que vivir exiliado en Madrid, soy requerido para que no vaya al País Vasco a los funerales de familiares y amigos que no quieren aparecer públicamente como parientes y amigos míos». Y se suma al coro de los trileros como Buesa:«Además, cerca de 300.000 vascos han tenido que abandonar su tierra por amenazas de ETA. Este es el objetivo de ETA: establecer una dictadura de terror con todo su vigor. Esta es la realidad del País Vasco. Sin embargo, la última Semana Santa y este verano ha habido más turistas en el País Vasco que en los últimos años en las mismas épocas. Todos disfrutando del maravilloso paisaje y de la buena cocina. También en los años 60 del siglo pasado, San Sebastián, Fuenterrabia, Zarauz y otros lugares de la región hacían las delicias de miles de turistas». Y eso le molesta al clérigo carlistón. Al final descubre sus verdaderas fobias:«Ni el Gobierno
vasco ni el español quieren la paz verdadera. ¿Qué ha hecho el Gobierno vasco en
estos últimos 30 años que ha gobernado? Nada. Infundir más odio hacia España,
más nacionalismo separador, con odio, y todo con la complicidad del Gobierno
central tanto del PSOE como del PP, al permitir tales desmanes en
Educación y Cultura». ¡Con lo fructífera que era la educación de antes, la de la
Formación del Espíritu Nacional!, ¿verdad? - msoroa@gara.net
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