Jornadas sobre «proceso de paz» de la fundación Sabino Arana
La necesidad de ir a las raíces
abordar las raíces del conflicto en busca de una solución duradera fue unode los principales mensajes comunes que aportaron los tres expertos internacionales invitados ayer por la fundación sabino arana. roelf meyer, julian hottinger y matteo zuppi transmitieron su experiencia en la mediación de conflictos de todo el mundocon un objetivo: lograr que el proceso sea irreversible en euskal herria.
«Fomentar la propiedad conjunta del proceso»
ROELF MEYER
El que fuera ministro de Justicia con Mandela en la fase de la transición
desde el apartheid al actual marco, que ya intervino anteayer en otras jornadas
de Lakua sobre derechos humanos, abordó la metodología para convertir un proceso
de resolución en irre- versible. Meyer remarcó los pasos a dar para llevar unas
negociaciones a buen puerto. A su juicio, «es necesario utilizar una ventana de
oportunidades y crear condiciones para que todos participen en el proceso».
Asimismo, consideró muy importante «asegurar que todas las partes se comprometan
de buena fe».
Al hilo de ello, Roelf Meyer dijo que para él una de las claves es «fomentar la propiedad conjunta del proceso», ya que «lo adecuado es introducir todos los temas dentro del proceso, incluidos los asuntos de presos o víctimas, sin gestos unilaterales». La fase inicial del proceso de resolución es la de mayor importancia para este experto sudafricano. A su parecer, «el comienzo del proceso es más importante que el resultado final, porque es vital para crear un desarrollo sostenible para el mismo». Entre las llaves para establecer unas bases duraderas dentro del proceso, Meyer consideró que «ambas partes han de crear condiciones para que al final ganen todos». Y en este contexto, el experto africano recordó que «hay que llegar a abordar las raíces de fondo del conflicto para poder conseguir una solución duradera». El ex ministro sudafricano, que se ha reunido estos días con representantes de diversos partidos vascos, apeló a «la responsabilidad colectiva para poner en marcha la paz».
«Es importante fijar los acuerdos durante el primer año»
JULIAN T. HOTTINGER
Julian Hottinger comenzó su intervención haciendo un repaso de los países en los que ha mediado durante los últimos 17 años (en la actualidad trabaja en ocho conflictos diferentes). Citó países como Somalia o Kosovo, y también habló de Euskal Herria. Hottin- ger reconoció haber estado presente en la reunión que mantuvieron ETA y el gobierno español en 1999, precisamente en Suiza. Un encuentro que definió como «bueno, consistente, y donde se dijo lo que se tenía que decir». El experto suizo repitió en varias ocasiones que el proceso en Euskal Herria «va a ser lento, complicado y con distintas fases». Aún así, remarcó la importancia de «fijar los acuerdos durante los primeros seis o doce meses». Al hilo de ello indicó que «muchas veces no se comprende lo que pasa». Por tanto, consideró que «hablar de irreversibilidad es siempre muy complicado», pero matizó que «si hay paciencia, habrá solución». El mediador suizo remarcó la importancia de otros tres aspectos. Por un lado habló del valor de las cuestiones «simbólicas», que a su juicio son «tan importantes como el contenido». Por otra parte, no quiso olvidarse del papel de algunos medios que pueden «entorpecer» el proceso. Y finalmente, aludió a la necesidad de «ajustes» durante su desarrollo.
«La paz irreversible es como el sueño prohibido»
PADRE MATTEO ZUPPI
El Padre Matteo Zuppi pertenece al movimiento de laicos
católicos de la Comunidad de San Egidio, que en su día también medió en el
conflicto de Euskal Herria. Prefirió centrarse en la solución más que en el
carácter irreversible de los conflictos, ya que a su entender «la paz
irreversible es como el sueño prohibido de uno mismo». En el caso vasco, a
diferencia de Hottinger consideró que «es triste pensar que en Euskal Herria las
cosas tardarán todavía años en solucionarse, yo creo que hay que buscar un plazo
razonable». Zuppi indicó que «si uno no entiende la historia de Euskal Herria,
difícilmente va a comprender las raíces y soluciones del conflicto».
Junto a ello, el mediador italiano animó a desterrar «la
burocracia, el protagonismo y la tentación de poner fechas límite», ya que a su
juicio esto «convierte en imposible que la solución sea irreversible».
Para Zuppi, el hecho de que en Euskal Herria exista un
alto el fuego abre «una oportunidad a explorar que una vez que se ha dado no se
puede perder». Además, alertó de que «intentar terminar un conflicto con la
represión es convertirlo en más duro aún». Afirmó en paralelo que «también
existe la tentación de que cuando no se gana un conflicto por vías repre- sivas,
se opte por la criminalización, incluso a través de la prensa».
«Para llegar a la paz, hay que entender por qué una parte
ha tomado las armas», subrayó como colofón.
Ibarretxe augura iniciativas conjuntas de desbloqueo «dentro de no mucho tiempo»
BILBO Juan José Ibarretxe continúa lanzando mensajes en tono optimista pese al evidente bloqueo en la situación actual. Ayer lo hizo tanto en las jornadas de la Fundación Sabino Arana como en una entrevista previa a Radio Euskadi, donde indicó que para avanzar hacia la solución hacen falta «iniciativas conjuntas» y auguró que serán posibles «dentro de no mucho tiempo». «Si las cosas van bien, si seguimos trabajando en la dirección correcta, tienen que empezar a aparecer, dentro de no mucho tiempo, algunos elementos que vayan insuflando poquito a poquito un mayor grado de confianza», añadió el lehendakari sin dar más datos. Como hizo el martes en las jornadas del Palacio Euskalduna, Ibarretxe insistió en que la respuesta a la crisis no puede ser la kale borroka, pero tampoco la interrupción del diálogo. «No, eso no se puede paralizar. Sin diálogo no hay esperanza, y sin esperanza no hay diálogo», dijo textualmente. Asimismo, Ibarretxe volvió a repetir que «no se puede volver a nuestro pasado destructivo». «No vuelta atrás» En la intervención final en la parte pública de las jornadas de Sabino Arana, el lehendakari volvió a incidir en «la necesidad de mirar hacía adelante». Además, señaló que «es metafísicamente imposible ver todos los problemas que íbamos a tener en el camino, pero hay que trabajar en la no vuelta atrás». Una vez más, insistió en la importancia del diálogo como«el único camino para superar los conflictos». Ibarretxe recurrió a una frase pronunciada por José María Setien para definir la situación actual: «Esperamos que la luz que vemos al final del túnel sea el final del mismo y no un tren que viene de frente, yo al menos espero que así sea» remarcó. Por último, resaltó que «un país con ausencia de violencia no será normalizado hasta que la sociedad no refrende los acuerdos políticos adoptados por los partidos».
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