BILBO
Este año, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica ha declarado 2006 el Año de la Apnea del Sueño, con el fin de dar a conocer esta patología a la población general y mejorar su conocimiento en el colectivo sanitario. El síndrome de apnea del sueño (SAS) consiste en la aparición de episodios repetidos de pausas respiratorias como consecuencia del colapso de la vía aérea superior durante el sueño. Sobre ese síndrome discuten desde ayer en Bilbo un buen número de expertos en el XIX Congreso de la Sociedad Vasco Navarra de Aparato Respiratorio.
Se considera que en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa hay entre 70.000 y 135.000 pacientes. Actualmente están diagnosticados y tratados entre el 5 y 9% de esta población, según explicó el doctor José Amilibia, del Servicio de Neumología del Hospital Cruces. El SAS produce un aumento en la tensión arterial y por tanto favorece la aparición de arteriosclerosis, accidentes cerebrovasculares e infarto de miocardio, y empeora, asimismo, la función cardiaca.
Este especialista señaló que la calidad de vida de los pacientes con SAS puede verse «muy afectada» por la somnolencia que les puede llegar a incapacitar para la vida laboral y social. Asimismo, los pacientes con síndrome de apnea del sueño tienen un riesgo de siniestralidad en accidentes laborales y de tráfico superior a la población general.
Este congreso analiza también el cáncer de pulmón y la fibrosis quística. En el primero, el tabaco es el principal responsable, ya que en la CAV el 90% de los pacientes con cáncer de pulmón son o han sido fumadores.
En cuanto a la fibrosis quística, el avance de los tratamientos en las últimas décadas ha sido espectacular, con una esperanza de vida que en los años ochenta estaba en una media de 6 años y en la actualidad oscila alrededor de los 35 años.