Africa busca sus propias soluciones
Cincuenta años después de que la ONU aprobara la Declaración de los Derechos de la Infancia, la «epidemia silenciosa» sigue cobrándose vidas en Africa. Efectivamente, 19 de los 20 países con mayor índice de mortalidad materna en el parto se sitúan en este continente. Por si fuera poco, los fallecimientos por esta causa lejos de disminuir han experimentado un aumento en los últimos 15 años, algo que la OMS atribuye, en parte, al cambio de modelo estadístico, pero que tiene también que ver con el empobrecimiento de la población africana por causas ligadas al modelo económico, a la desertización, al sida... sin olvidar la falta de implicación real de la comunidad internacional en el impulso de políticas de desarrollo.
La situación sanitaria es reflejo de esos y otros factores, como la auténtica sangría demográfica a la que se ve sometido el continente. Aunque pocas veces se aborde esta cuestión, la emigración masiva de población joven hacia países del norte está coartando gravemente las posibilidades de desarrollo del continente africano. Esto tiene un reflejo en numerosos sectores estratégicos, y uno de ellos es, sin ligar a dudas, el sistema sanitario.
El primer informe sobre la salud de los africanos, dado a conocer ayer por la OMS, deja lugar a pocas dudas. Aunque la población africana significa sólo el 11% de la población mundial, en este continente vive el 60% de la población afectada por el VIH y en Africa se censan el 90% de los casos de malaria que hay en el mundo. Estos datos revelan, como lo constata la OMS, que en la promoción de la salud el continente africano no avanza al ritmo necesario, como ocurre en la lucha contra el hambre.
A la hora de buscar las causas de ese retraso, no cabe obviar los errores de peso cometidos, en las últimas décadas, por los organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales que mantienen proyectos en Africa. Algunos de esos proyectos han fracasado simplemente por haber sido concebidos a miles de kilómetros y con una mentalidad todavía más alejada del terreno y de las gentes a las que van dedicados. Afortunadamente, olvidadas ciertas megalomanías, los proyectos tienden a ajustarse hoy cada vez más a los parámetros de las comunidades en los que van a aplicarse. Pero si algo permite abrir una puerta a la esperanza es el saber que, en este difícil panorama, es la iniciativa local la que está sirviendo para avanzar más en el ámbito sanitario. Africa busca sus soluciones. -
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