autopista txantrea, no gracias
Autopista txantrea, no gracias
Recientemente, el vecindario de la Txantrea hemos sido consciente de la inmediatez con la que va a llegar un proyecto que lleva décadas amenazando nuestro barrio; el vial de Irubide. El 27 de octubre, a espaldas del barrio y, con un más que sospechoso silencio, fue aprobado el plan que da carta blanca para destrozar el parque de Irubide y hacer que un vial de grandes dimensiones atraviese la Txantrea por varias zonas.
La construcción de este vial supondría la pérdida del histórico enlace peatonal de la Txantrea con el Casco Viejo, el cambio de la fisonomía de nuestro barrio, generar problemas de tráfico y de ruido en una de las pocas zonas de la ciudad que se libra de ellos, la pérdida de calidad de vida, la puesta en peligro de las vidas de los vecinos de la tercera edad y de los niños que vivirían con una autentica autopista en la puerta de sus casas. El barrio quedaría desestructurado; grandes rotondas frente a la iglesia de Santiago, frente al antiguo bar Ignacio, frente a la caja naranja o calles, como Torralba del Río, con cuatro carriles de circulación. ¿En qué beneficia esto al barrio? En nada, y si no, ¿por qué tanto secretismo a la hora de aprobar el plan? ¿Por qué en el supuesto periodo de exposición pública el Ayuntamiento de la señora Barcina no se ha dirigido al barrio? ¿Por qué nos hemos tenido que enterar de un plan que puede cambiar nuestro barrio y nuestros hábitos de vida, prácticamente indagando como detectives? La posibilidad de alegaciones al proyecto termina en menos de dos semanas ¿a qué viene tanta prisa? Las calles Mendigorría, Corella, Cascante, Torralba del Río, San Cristóbal, Ezkaba, Mugazuri y todas las aledañas a éstas son las más directamente afectadas, pero es el barrio entero el que sale perdiendo.
En cualquier otra ciudad europea nuestro barrio sería el modelo de habitabilidad a seguir, pero aquí manda el hormigón, el asfalto y el dinero. Todavía podemos parar este monstruoso proyecto. La plataforma Txantrea Siglo XXI-Txantrearen geroa está en ello. Ahora nos toca a todos los vecinos echar una mano y dejar claro que no queremos este proyecto.
Santiago Izquierdo - Iruñea
Llamar a las cosas por su nombre
Ya está bien de aceptar como bueno y real la afirmación de que el Estado español es un democrático y que los partidos que participan de dicho sainete son eso, «democráticos». Lo cierto es que cuando Franco murió dejó todo atado bien atado (palabras textuales del dictador), para ello necesitó de la claudicación del partido socialista y del partido comunista, así como la colaboración de partidos como PNV y CiU. Esta es la realidad. Los falangistas y miembros del Movimiento se disfrazaron de AP y posteriormente de PP, el PSOE y PC renunciaron a su doctrina marxista y aceptaron a cambio de poder las reglas de juego marcadas por el dictador. Y qué decir del PNV, tal vez algún día tendrán que decir Garaikoetxea y Arzallus cuál fue el precio real de su aceptación a esas reglas de juego marcadas por la dictadura. Yo no lo sé, pero tengo la sensación de que el precio era vender a su pueblo y ser freno de las ansias de libertad de todos los vascos.
Todos los días nos bombardean con mensajes de que hay que respetar las reglas de juego y que la izquierda abertzale debe de ser democrática. ¿Qué reglas? ¿Las de Franco? ¿Qué democracia? ¿La de los partidos vendidos? No gracias, la democracia es demasiado seria para mancharla como lo hacen los partidos reformistas del fascismo, la libertad de decisión, la aceptación de los derechos universales, el respeto al individuo y a la colectividad, la justicia (no las leyes), eso es democracia y es la que muchos y muchas pedimos y deseamos para nuestro pueblo.
El PNV es el mayor responsable de esta situación, ya que los partidos españoles defienden sus intereses y el «imperio», pero el PNV se vende por un plato de lentejas. Con el PNV no conseguiremos jamás nada, pero tengo la confianza de que sus militantes y votantes, personas de buena voluntad que las tienen y muchas, se percaten de la realidad en la que viven y que si desean una Euskal Herria libre, democrática e independiente presionen a ese PNV históricamente vendido a España o retirarles su apoyo. Es hora de llamar a las cosas por su verdadero nombre.
Patxi Marta Blanco - Presidente de Wushu-Kung fu Euskal Federakundea
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