Mucho se lleva hablando en los últimos tiempos de la revisión del Plan Especial de Rehabilitación Integral (PERI) del Casco Viejo de Gasteiz. Han sido meses en los que buena parte de los vecinos del barrio han plantado cara a dicho plan, constituyendo incluso varios colectivos para protestar por las pretensiones del Ayuntamiento. Así, tras la plataforma Azao, recientemente se ha formado la Asamblea Anti-PERI.

Las discrepancias en torno a este proyecto tampoco han faltado en el seno del propio Consistorio. Estas, sin embargo, han ido limándose, mediante la celebración de varias ponencias, hasta el punto de que el pasado 27 de setiembre se le dio el visto bueno a su aprobación provisional. El texto contó con el respaldo de los concejales de PP, PNV y PSE. Por su parte, EA y EB se posicionaron en contra.

Pero, ¿la ciudadanía conoce en qué consiste concretamente el polémico plan? Quizás, no o en parte. Se trata de la continuación del primer PERI para la zona que se aprobó allá por el año 1982. La redacción de ambos planes ha estado dirigida por el arquitecto Juan Adrián Bueno. La revisión contempla importantes actuaciones, con una inversión que ronda los 116 millones de euros para los próximos ocho años, que modificarán sustancialmente el barrio. Son 42 las actuaciones más representativas.

Entre las actuaciones destinadas a espacios libres y equipamiento comunitario, destacan las rampas mecánicas que, desde el pasado mes de julio, se están instalando en los cantones de la Soledad y San Francisco Javier. Unas obras en las que, durante los primeros días, se convirtieron en testigo directo del rechazo existente.

Precisamente, ocho personas fueron juzgadas el 30 de noviembre por participar en las protestas ruidosas que se llevaron a cabo en aquellas fechas.

Una gran parte de los residentes en el Casco Viejo consideran que éstas únicamente responden a intereses comerciales y turísticos y que no se han tenido en cuenta las necesidades reales del barrio, ya que, de lo contrario, su instalación hubiera comenzado en el cantón de las Carnicerías, mediante el que se accede al centro de salud. Esta es la única actuación de estas características que se va a abordar en el segundo cuatrienio del plan, ya que la construcción de las rampas mecánicas de los Arquillos y San Bartolomé será una realidad durante el primer cuatrienio.

Otro de los grandes escollos de este plan radica en el futuro del gaztetxe, situado en la calle Fray Zacarías Martínez, en las antiguas cocheras del palacio de Montehermoso. El Plan Director del Campillo Sur, que se enmarca dentro del controvertido PERI, prevé su derribo.

Los grupos representados en el Ayuntamiento, sin embargo, han acordado que las actuaciones allí previstas se realicen por fases, prolongando, no por mucho tiempo, la continuidad del gaztetxe.

Así, primero arrancará la construcción del aparcamiento subterráneo, que aunque todavía no tiene determinada su capacidad exacta, el equipo redactor del plan prevé que cuente con 330 plazas, ubicadas por debajo de las calles Santa María y Escuelas.

Pero quedará la puerta abierta a la ampliación de 110 plazas más, que abarcarían la calle Fray Zacarías Martínez. El Ayuntamiento prevé, para ello, la construcción de un túnel desde las traseras del edificio del antiguo Banco de España, con el fin de acceder y abandonar el parking. Esta segunda actuación, no obstante, implicaría el derribo del gaztetxe. El Gabinete Alonso ya ha mostrado, en reiteradas ocasiones, su intención de que éste sea derruido.

Este plan director también contempla varios accesos peatonales hasta el Campillo, una plaza entre la calle Santa María y Fray Zacarías Martínez, un paso subterráneo hasta el Paseo de Ronda que cruzaría esta última calle, así como un jardín arqueológico.

Está proyectado, asimismo, un equipamiento público, privado y terciario, en lo que actualmente es una cancha polivalente cubierta y en la esquina Fray Zacarías Martínez y Santa María, la ampliación del depósito de aguas y el museo de Arqueología, entre otras muchas cuestiones.

En cuanto a las actuaciones de rehabilitación residencial, el plan contempla la necesidad de rehabilitar 4.273 viviendas, de las que 2.793 sólo precisan pequeñas acciones. Las 1.480 restantes requieren un nivel de intervención constructivo excepcional, profundo y medio. En el anterior PERI, aunque se planteó el objetivo de rehabilitar 200 viviendas anuales, esta cifra se quedó sólo en 79.

62 rehabilitaciones anuales

A partir de los proyectos comprendidos entre marzo de 2002 y abril de 2005, en los que la media se situó en 61 viviendas anuales, se ha recalculado el objetivo en 62 viviendas a lo largo de 24 años, que en el período que afecta a dicha revisión supondrá la rehabilitación de 493. Respecto a las intervenciones constructivas excepcionales, el texto plantea la reforma de las fachadas en las manzanas 9, 13 y 17, que afectan a Portal de Arriaga, Plaza de Barrenkale y final de la calle Correría.

Aunque en un principio se habían descartado, el PERI prevé expropiaciones de suelo y edificaciones, para poder llevar a cabo varias actuaciones como, por ejemplo, algunos de los accesos peatonales del Campillo o el Paseo de Ronda.

El texto también contempla el régimen de usos de los establecimientos de hostelería. Introduce en el listado de prohibidos los locutorios o locales de cambio de moneda, y limita el uso de los establecimientos públicos de hostelería, no así de cafeterías, que no deberán cumplir la normativa de distancias. Se autoriza el uso hotelero en todos los edificios del ámbito de aplicación, y el reforzamiento de la necesidad de la actividad comercial, favoreciendo la implantación de un tipo de comercio especializado.

Todo ello no es más que parte de un plan, que no cuenta con el beneplácito vecinal. La plataforma Azao, formada por diversos agentes, lleva más de un año intentando reconducir la situación. Así, tras preguntar a los vecinos, ha trasladado al Consistorio las necesidades reales sociales del barrio, para que éstas puedan ser incluidas en un texto que no ha conocido la participación vecinal. -