La AN exculpa a Beotegi tras pasar dos años en prisión
La Audiencia Nacional ha absuelto por distintos motivos a tres presos encausados en otros tantos sumarios: José Luis Beotegi, Gregorio Vicario y Mikel San Argimiro. El primero de ellos, en libertad desde el martes, ha permanecido más de dos años en prisión, pese a que el único indicio inculpatorio eran sus declaraciones en comisaría, donde, según denunció, fue torturado.
DONOSTIA De los tres prisioneros que han resultado absueltos por el tribunal especial español, que dio a conocer ayer estas sentencias, únicamente José Luis Beotegi recobra la libertad de hecho, lo hizo el pasado martes, ya que Mikel San Argimiro y Gregorio Vicario cumplen condena por otras causas.Beotegi, natural de Gasteiz, fue detenido por la Guardia Civil el 7 de octubre de 2004, cuando contaba con 55 años, en su vivienda de Ugao. Su arresto se produjo en el marco de una macro-operación llevada a cabo por fuerzas españolas y francesas y que se prolongó durante una semana. Tras permanecer cuatro días incomunicado, el ex refugiado regresó a Hego Euskal Herria en agosto de 2003 tras 19 años en el exilio fue llevado ante el juez Fernando Andreu, quien ordenó su ingreso en prisión por un delito de «pertenencia a banda armada». Durante su estancia en dependencias policiales, Askatasuna mostró su temor por el trato que pudiera recibir, ya que todos los arrestados por el instituto militar en esos días denunciaron haber sido maltratados. El relato más escalofriante resultó el del donostiarra Peio Alcantarilla, quien explicó que, tras la primera sesión de torturas, intentó suicidarse tragándose su corrector bucal para evitar que le siguieran «cosiendo a palos». Esos augurios se cumplieron. Beotegi narró haber sido objeto de prácticas como «la bolsa», haber recibido golpes en la cabeza, no haber dormido, haber sido pisoteado... Negó las acusaciones, que le vincularon al «cobro del impuesto revolucionario» en calidad de «intermediario». El juez también le imputó haber alojado en su casa cuando residía en Ipar Euskal Herria a militantes de ETA. Ahora, tras el juicio al que fue sometido el 1 de diciembre y en el que la Fiscalía pidió nueve años de cárcel, la Sección Primera de lo Penal considera que «no existen elementos probatorios suficientes» en su contra salvo las declaraciones que realizó ante la Guardia Civil.
Contra cuatro restauradores
Una de las consecuencias del arresto e incomunicación del vecino de Ugao resultó la campaña abierta contra Juan Mari Arzak, Pedro Subijana, Martín Berasategi y Karlos Arguiñano. Varios medios se hicieron eco de una filtración que aseguraba que Beotegi acusó a estos cuatro restauradores vascos de haber pagado «el impuesto revolucionario», y Fernando Andreu les llamó a declarar:los dos primeros en calidad de imputados por «colaboración» y a los otros dos como testigos. La Fiscalía dijo no observar indicios de delito y la causa quedo archivada.
La Fiscalía no aclara si recurrirá el fallo de Vicario
MADRID Gregorio Vicario Setién fue juzgado recientemente acusado de haber participado en el secuestro de José María Aldaya. En la sentencia notificada ayer por la Audiencia Nacional, se afirma que en la vista no se presentaron pruebas suficientes para condenarle por esos hechos, salvo «las declaraciones de coimputados» que, según reconoce, «sólo pueden ser tenidas en consideración con alcance probatorio cuando son corroboradas mediante algún dato externo». Sin embargo, el tribunal hace constar que ni el fiscal ni el letrado de la AVT aportaron en el juicio un informe pericial que situaría el ADN del prisionero en una maquinilla de afeitar encontrada en el zulo donde el industrial permaneció retenido 341 días. La Fiscalía de la AN, que pedía 17 años de prisión, no quiso adelantar si recurrirá el fallo. Un paso que sí dará la AVT. Al igual que con Vicario y Beotegi, el tribunal absuelve a San Argimiro, acusado de haber formado parte del «comando Ipar Haizea», argumentando «vacío probatorio».
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