PARIS
La ministra francesa de Defensa, Michele Alliot-Marie, anunció ayer durante una visita a Afganistán la retirada «en las próximas semanas» de los 200 efectivos de las fuerzas especiales francesas desplegados en el maltratado país asiático.
La decisión de retirar esta misión se produce cuando la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN se enfrenta a la creciente resistencia de los talibán.
La ministra indicó durante una visita a la base francesa de Hawkeye, en Sarobi, a 50 kilómetros al este de Kabul, que el Estado francés piensa reorganizar su dispositivo militar en Afganistán, y recordó que la ISAF, a la que París contribuye con unos 1.200 soldados, se encarga de asegurar «la paz».
Unos 200 efectivos de los servicios especiales franceses están acantonados en el este de Afganistán, en el marco de la operación Libertad Duradera, lanzada por EEUU tras los atentados del 11-S. Estas fuerzas, en primera línea en la «lucha contra el terrorismo», perdieron a siete hombres desde su despliegue.
La ministra, que realiza una visita de tres días, también anunció que instructores franceses van a formar a los servicios especiales del Ejército afgano. Fuentes cercanas a Alliot-Marie señalaron que la formación empezará a principios de 2007.