Muere un preso en Martutene por causas no naturales
Un joven de entre 18 y 21 años que estaba preso en el módulo de jóvenes de la cárcel de Martutene falleció el pasado sábado por causas no naturales, según pudo saber ayer GARA. Se podría tratar de un joven saharaui y se baraja el suicidio como causa de la muerte. Es la tercera muerte del año en Martutene y la séptima, en Euskal Herria.
DONOSTIA
Un joven de entre 18 y 21 años que estaba preso en el módulo de jóvenes de la cárcel de Martutene falleció el pasado sábado por causas no naturales, según pudo saber ayer GARA. Se trata, según informaron personas reclusas en este centro de Donostia, de un joven saharaui y parece ser que la causa de la muerte ha sido el suicidio. A última hora de ayer, Instituciones Penitenciarias no había facilitado ninguna información en torno a esta muerte, que viene a engrosar la negra lista de las personas muertas en las cárceles vascas en lo que va de año. En Martutene, concretamente, tres personas presas han perdido la vida por causas no naturales en lo que va de 2006. El pasado 3 de agosto apareció muerto en esta prisión de Donostia F.J.C., joven de Ormaiztegi de 27 años. La propia familia del fallecido hizo pública la noticia, ya que Instituciones Penitenciarias acostumbra a no informar sobre estas muertes, según vienen denunciando desde diversos organismos de ayuda a las personas presas. Una semana después, también en Martutene, una mujer de la que no se ha hecho pública su identidad fue llevada al hospital. Murió a los dos días. Con la de este fin de semana, son siete las muertes por causas no naturales que han sucedido en 2006 en las cárceles vascas. Además, otros dos vascos han perdido la vida en circunstancias similares en prisiones españolas.
Un modelo saturado
El llamado módulo de jóvenes de Martutene acoge a presos de entre 18 y 21 años y actualmente, como la prisión en general, está saturado, según han denunciado organismos que conocen de primera mano la situación de la cárcel de Donostia. Es un módulo en el que son mayoría los jóvenes de fuera de Euskal Herria y en la que la situación es «muy penosa».
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