BILBO
Las circunstancias lesiones y pésima situación clasificatoria del equipo están haciendo que Javi Martínez tenga que crecer, futbolísticamente hablando, a pasos agigantados. El centrocampista navarro llegó el pasado mes de julio procedente de Osasuna a cambio de seis millones de euros en edad juvenil y sin haber disputado un partido en Primera. El que por aquel entonces era presidente del club rojiblanco, Fernando Lamikiz, apostó por contratar a un jugador que antes de que firmara fue bautizado como el «fichaje diferente». Se suponía que era una apuesta de futuro, o por lo menos medio plazo, y que no tenía por qué rendir desde el primer minuto. Sin embargo, Javi Martínez se ha encargado de aumentar las mejores previsiones y nadie se acuerda de su coste.
Primero se hizo con un hueco en el equipo desde el principio y con el paso del tiempo está demostrando que tiene unas cualidades innatas a sus 18 años. Las lesiones de jugadores importantes en su mismo puesto y el ambiente negativo que se ha vivido en el entorno del club tampoco han conseguido arrugarle. Javi Martínez no se ha escondido y ha sabido dar un paso al frente en una situación crítica.
Los goles de Riazor son el premio al excelente trabajo que estaba realizando en todos los partidos. Se ha convertido en una referencia para el equipo por su fuerza, pundonor y el derroche que despliega en el centro del campo. Sus arrancadas cuando sale con el balón controlado son espectaculares y hay muy pocos jugadores capacitados para realizarlas.
Las palabras con las que explicaba ayer en Lezama el segundo gol el propio protagonista demuestran su fortaleza y confianza en sus posibilidades. «Estaba cansado, pero como todos. Vi la oportunidad de que se abría un espacio, no me lo pensé y tuve la fortuna de que entró. Era el minuto 95, lo habíamos dado todo y en ese momento lo único que pensé fue en ir a celebrarlo con la afición, que estuvo todo el partido animando y te da esas fuerzas que a veces faltan», subrayó.
El de Aiegi reconocía que el sábado fue uno de los días más felices de su vida porque «es la primera vez que marco dos goles en un partido». Pero a pesar de su bisoñez, Javi Martínez siempre habla en plural y destacó que su gran partido «es mérito del equipo. Si no se hubiese trabajado bien no hubiésemos conseguido nada. Estoy contento por los goles pero más por el equipo, porque hemos ganado y logramos una victoria importantísima».
Buen partido colectivo
Lo cierto es que no le falta razón. El Athletic completó un buen partido y plasmó sobre el campo el trabajo que realiza con Mané durante la semana. Por ahí llega una de las principales aportaciones del nuevo cuerpo técnico. Mané y Ondarru les explican en los entrenamientos cómo quieren hacer frente a sus rivales y por ahora está dando resultado. Los rojiblancos salen al campo con las ideas claras y eso se nota. Seguro que hoy trabajan cómo parar el juego ofensivo del Zaragoza que nace en su mayoría pasando por Aimar.Todo el equipo rindió a un buen nivel y al igual que el navarro es necesario destacar el partido que cuajó Sarriegi en el centro de la zaga, Aranzubia en la portería y Murillo en la medular. Junto al excelente trabajo de todos los jugadores fueron los principales artífices en los que se sustentó el Athletic para mantener su portería a cero.
«Es de los magníficos»
Sus compañeros de equipo también elogiaron el trabajo de Javi Martínez en Riazor. El más veterano del equipo, Ismael Urzaiz, señaló en referencia al joven navarro que su segundo gol «ha sido un premio a su esfuerzo desde que comenzó la temporada. En derroche es de los magníficos de la Liga». A su vez, Luis Prieto alabó al protagonista principal del encuentro de Riazor. «Ha estado impresionante, no hay palabras. Hasta el último momento saca fuerzas y es un ejemplo para todos».
