Alejandro NADAL
Monsanto y los suicidios en India
�La revolucion verde ha muerto�, asegura el autor. �Sus hibridos y variedades de alto rendimiento permitieron aumentos significativos en la produccion de cultivos como el trigo. Pero su secuela de efectos negativos no solo no se extingue todavia, sino que se hace mas intensa�, afirma.
El paquete tecnol�gico de la revoluci�n verde provoc� una fuerte salinizaci�n de suelos, el agotamiento y sobrexplotaci�n de acu�feros y una intensa contaminaci�n con plaguicidas de todo tipo. Lo m�s grave es que sembr� la semilla de una crisis econ�mica, social y ambiental en la vida de campesinos pobres que cobra m�s vidas cada a�o. Un ejemplo es el de Anil Khondwa Shinde, peque�o agricultor del distrito de Vidarba, estado de Maharashtra (en la parte centro occidental de India). Hace dos meses se suicid� ingiriendo un potente insecticida. Ten�a 31 a�os y muri� en pocos minutos. La desproporci�n entre costos de producci�n y precio de venta no le permitieron pagar el cr�dito extendido por los proveedores de insumos. �Un caso aislado? Para nada. El Ministerio de Agricultura de India reconoce las siguientes cifras: entre 1993 y 2003 ocurrieron 100.000 suicidios de campesinos. Y entre 2003 y 2006 (octubre) se han presentado unos 16.000 suicidios de campesinos cada a�o. En total, entre 1993 y 2006 hubo alrededor de 150.000 suicidios de campesinos, �30 diarios durante 13 a�os! El propio gobierno de Maharashtra acepta la cifra de 1.920 campesinos suicidados en Vidarba entre enero 2001 y agosto 2006. Las organizaciones campesinas de ese distrito afirman que entre junio 2005 y agosto 2006 ocurrieron 782 suicidios de productores agr�colas. Para los �ltimos tres meses, los datos indican que en promedio hubo un suicidio cada ocho horas. �Bajo qu� condiciones se presenta una tasa de suicidios de unos 30 campesinos diarios? Se dice que la causa radica en el endeudamiento, pero la raz�n �ltima est� en la imposici�n de una tecnolog�a agr�cola completamente inadecuada, tanto desde el punto de vista econ�mico, como ambiental. Anil Shinde hab�a decidido sembrar algod�n Bt, un transg�nico producido por Monsanto, que supuestamente reduce la necesidad de plaguicidas y aumenta la rentabilidad del productor. Shinde no es una excepci�n. Cientos de campesinos que han sembrado algod�n transg�nico en los estados de Maharashtra, Andra Pradesh y Karnataka han buscado la salida del suicidio frente a una situaci�n econ�mica desesperada que empeora a�o con a�o. Un elemento importante en esta historia es que el algod�n Bt de Monsanto ofrece algo de protecci�n frente al llamado gusano del fruto (Helicoverpa zea), pero no frente a otras plagas (por ejemplo, Spodoptera) que afectan este cultivo comercial en India. As� que los productores que, como Shinde, recurrieron al algod�n de Monsanto buscando reducir el costo en plaguicidas, se llevaron una sorpresa, pues han tenido que seguir aplicando estos insumos de todas maneras. Peor a�n: la trampa del endeudamiento se les vino encima m�s r�pidamente porque las semillas del algod�n de Monsanto son m�s caras. En muchos distritos los prestamistas locales de anta�o han sido remplazados por la red de concesionarios y vendedores de insumos de las grandes compa��as, y sus m�todos de cobranza han sido denunciados con frecuencia. Cuando los suicidios se agudizaron, el gobierno lanz� un programa de �ayuda� que aseguraba el pago de unos 2.000 d�lares para los familiares sobrevivientes, pero ese dinero va directo a los bolsillos de los acreedores y, de hecho, se ha convertido en un incentivo perverso para que muchos productores se quiten la vida. Pero los pol�ticos son iguales en todos lados. El ministro de Agricultura Sharad Pawar se regodea viviendo en el pasado, hablando todos los d�as sobre los triunfos de la revoluci�n verde. El mensaje al final de sus alocuciones es siempre el mismo: India necesita los cultivos gen�ticamente modificados para ayudar a los campesinos pobres a salir de la pobreza y resolver el "problema del hambre". Gracias a la pol�tica de apertura neoliberal promovida por el gobierno, la superficie dedicada al algod�n transg�nico en Vidarba pas� de 0.4 por ciento a 15 por ciento en tan s�lo tres a�os. En ese lapso tambi�n aument� la tasa de suicidios agrarios, lo que convierte a Monsanto en el peor asesino serial de la historia. O si queremos jugar con las palabras, tal como esta compa��a juega con las vidas de millones de campesinos, podemos describir a Monsanto como el peor asesino cereal del planeta. Miles de campesinos cuya forma de vida ha sido destruida al caer en las garras de sus acreedores han recurrido al suicidio como �nica escapatoria. En el proceso han puesto al descubierto el fracaso de un proyecto agr�cola basado en "soluciones" tecnol�gicas con m�ltiples efectos negativos y relaciones sociales disfuncionales. �Por qu� no corregir los da�os de la revoluci�n verde en lugar de saltar a abrazar la tecnolog�a de los OGM? Las semillas de la destrucci�n quieren decirnos algo. Pero este invierno, Nueva Delhi parece m�s preocupada por la contaminaci�n atmosf�rica que por la tragedia que se desenvuelve diariamente en el campo. - � �La Jornada�
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