Maite Soroa
A Jáuregui le llaman ‘traidor’
Salió de la penumbra Ramón Jáuregui, y Federico Jiménez Losantos, que le estaba esperando, le zurró una perdigonada de miedo ayer en “Libertad Digital”.El ayatolah de la ultraderecha española hablaba de los presupuestos de la CAV, apoyados por el PSE, y aprovechaba para embestir contra el diputado del PSOE:«El respaldo que acaban de brindar los socialistas a los presupuestos de Ibarretxe no deja de ser, sin embargo, pecata minuta comparado con el grado de traición a las víctimas y al pacto por las libertades que exige el frente anti PP que Ramón Jáuregui acaba de señalar como el corolario de ese proceso de colaboración con ETA que los socialistas disfrazan como ‘proceso de paz’». Y es que, según el gurú ultra, «con total desfachatez, y sin importarle la ruptura de la legitimidad democrática que conlleva sus palabras, Jáuregui ha señalado que el proceso de negociación ‘culminará en una reforma estatutaria, que será la percha de la que colgar la incorporación a la democracia de la izquierda abertzale’». Bueno, es su forma de ver las cosas. Ahí empieza la acometida sin conmiseración. Jiménez
Losantos pregunta y se responde:«Si los socialistas no están dispuestos, como
dicen, a pagar políticamente nada a la organización terrorista, ¿por qué un
‘proceso de paz’, que tiene como interlocutor a ETA, ha de culminar con una
reforma del actual marco jurídico-político del País Vasco? Más aun cuando nada
nos garantiza todo lo contrario que esa ‘reforma estatutaria’, por muy
inconstitucional que sea y muy consensuada que esté con los promotores del Plan
Ibarretxe, vaya a satisfacer las exigencias de ETA para no hacer ‘reversible’ su
alto el fuego». No se pierdan la respuesta:«La jugada no nos sorprende en
absoluto pues, como recordarán, ya advertimos de ella meses antes de que se
produjera el alto el fuego de los terroristas. Es el guión de Perpiñán. El
frente anti PP y el fin del actual marco constitucional del País Vasco no son
tanto la culminación como el origen de este mal llamado ‘proceso de paz’. La
alianza del Gobierno del 14-M con los separatistas vascos exigía reflotar el
Plan Ibarretxe con otro nombre. Pero ese consenso de los socialistas con los
separatistas vascos era electoralmente suicida sin un anestesiante ‘proceso de
paz’. Era imprescindible ponerse en contacto con ETA y comprometerse con ella a
hacer avanzar al País Vasco hacia la soberanía a cambio de una tregua». Más malo
que el sebo el Federico. - msoroa@gara.net
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