Otro intento por salir de la ciénaga en la que nos encontramos enfangados. Nueva mesa de conversaciones para resolver un conflicto de soberanías que no termina de encauzarse. Y, en torno a ella, los habituales fantasmas de otros intentos que también amenazan éste.
La prepotencia del PSOE, que quiere todo a precio de saldo y no admite más acuerdo que el sometimiento; hoy impone nuevas exigencias eludiendo sus compromisos de ayer; humilla, alardeando de lo mucho que exige y de lo poco que da; responsable directo de lo que le suceda a Iñaki; buscador de pretextos con los que ocultar su falta de voluntad. Estoy seguro de que muchas personas del Estado celebrarían una solución negociada; su voz sería muy útil en estos momentos delicados. Ronda el fantasma del colaboracionismo local, cómplice necesario del imperio; culpador de propios y exculpador de ajenos, si los considera rentables; allanador de caminos para que regrese a Bergara el caballo de Espartero. Cunde también el fantasma del desencanto entre quienes apostaron fuerte, urgidos por la esperanza; reacción comprensible y nociva de quienes constatan que intentan reducirlos, retorciéndoles con saña la mano que tendieron.
Acaba este año con su herencia de fantasmas viejos y también de alentadoras novedades. La sociedad fue espectadora en los días de Argel. Presente, y casi convidada de piedra, en Lizarra. Convocada al protagonismo en Anoeta. La invitación no ha caído en saco roto. Se está reactivando una ciudadanía plural y participativa. El 18/98 y + despliega sus muchas iniciativas solidarias. El Foro de Debate se consolida. El frente internacional, más abierto que nunca. La denuncia contra la tortura reivindica su espacio como colectivo ineludible. La defensa de la tierra reclama un tren social frente al monstruo del TAV. Se desempolva la memoria republicana. El clamor por la autodeterminación toma cuerpo como clave resolutiva y va apareciendo en agendas donde antes no constaba. La izquierda reafirma su apuesta electoral. La movilización a favor de los presos invade calles y plazas... La sociedad civil ha cogido la palabra y la tarea. En esta ocasión pretende ser motor y garante del proceso. Mujeres, jóvenes, sindicatos, sacerdotes, intelectuales, juristas, docentes... unen su voz en la exigencia de una restauración democrática y de un acuerdo dialogado.
El PP boicotea. PSOE y PNV intentan ahogar el clamor popular y mantener sedadas a sus bases. Empeño inútil. Se vislumbra un tiempo nuevo repleto de iniciativas estimulantes y plurales. -