BILBO
El enfriamiento de las expectativas sobre la apertura de un proceso de pacificación y solución del conflicto queda en evidencia en una nueva encuesta: el Euskobarómetro de la UPV realizada en noviembre, cuyos datos fueron dados a conocer ayer, muestra que el porcentaje de «optimistas» ha caído nada menos que 24 puntos en sólo tres meses, y que además la mayor parte de la ciudadanía no comparte el diagnóstico de múltiples representantes políticos que dan por «irreversible» el alto el fuego de ETA.Preguntados directamente sobre si ven posible una ruptura de la tregua, el 64% de los encuestados escoge la opción «perfectamente posible» y sólo un 22% lo estima «muy difícil o imposible». Sin embargo, en general se aprecia una notable estimación de la voluntad de la izquierda abertzale de llegar a una solución;este factor está el quinto de una amplia lista de opciones, muy por encima de otros como «la eficacia de las FSE» o «los efectos del Pacto Antiterrorista».
En el resumen de este sondeo, el equipo que dirige Francisco Llera subraya que «los vascos han perdido la confianza mayoritaria en que estemos a las puertas del final de ETA» y cita como dato importante el descenso, del 86% al 62%, del porcentaje de «optimistas» en los tres meses transcurridos de agosto a noviembre, «que da un giro brusco a la tendencia de los dos últimos años en los que se había acumulado un incremento de hasta 60 puntos». Señala además que el enfriamiento de las expectativas es algo «en lo que están de acuerdo, casi por igual, nacionalistas (65%) y no nacionalistas (57%)».
Sí a contrapartidas políticas
Resulta reseñable también que son muchos más (48% frente a 27%) quienes creen que el Gobierno y ETA han llegado a acuerdos secretos. Dos de cada tres interpelados tienen claro que se dan las condiciones para que dialoguen. Y un porcentaje similar aceptaría incluso que hubiera «contrapartidas políticas» por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero si ETA decidiera dejar las armas: sólo el 24% se opone a esta opción, formulada desde el PP y también desde el PSOE como el llamado «precio político».La encuesta, realizada en el mes de noviembre con 1.200 entrevistas (400 en Araba, 400 en Bizkaia y 400 en Gipuzkoa), ratifica además el apoyo social mayoritario a la formación de una mesa de partidos que busque un nuevo consenso político, así como a evitar acciones en materia represiva.
En este bloque, el 72% se muestra partidario del acercamiento de presos sea cual sea la coyuntura política y un 60% estima además que se deben mejorar sus condiciones y aplicarse beneficios carcelarios. Y son mayoría también quienes plantean «tolerancia» para la actividad izquierda abertzale y «relajar» la acción policial.
Rubalcaba cita el hallazgo de Zornotza como
«proyecto de zulo»
El ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, matizó ayer el alcance del hallazgo del que dio cuenta la Ertzaintza el pasado sábado en Zornotza, después de una semana de intensas declaraciones y especulaciones políticas al respecto. En una rueda de prensa ofrecida en Madrid junto a un consejero de la Xunta para informar de proyectos de cuarteles en Galicia, Pérez Rubalcaba fue preguntado por el supuesto depósito de sustancias para fabricar explosivos de ETA y respondió que se trataba en realidad de «un proyecto de zulo» en el que los autores «iban a meter una serie de cosas». A partir de ahí, el ministro de Interior dijo que es la Ertzaintza quien está investigando en cooperación con las policías estatales, y mostró su deseo de que «ese trabajo tenga sus frutos». Zapatero también dijo en la rueda de prensa de balance del año ofrecida tras el Consejo de Ministros que cualquier explicación añadida corresponde a la Policía autonómica y se negó a hacer «interpretaciones de hechos».
A Rubalcaba se le preguntó además por las detenciones realizadas en noviembre, después de algunas informaciones de prensa que aseguran que entre los arrestados podían estar los autores del robo de 350 pistolas en Nimes atribuido policialmente a ETA. El titular de Interior no dio una respuesta concluyente a esta cuestión, pero sí quiso lanzar el mensaje de que las operaciones «iban en buena dirección». -