Las quise ver todas y no vi ninguna. Me las quise comer todas de golpe y no me comí ninguna. Quise abarcar todas las programaciones de todas las cadenas y no apreté ninguna. La verdad es que sí que vi. El problema viene en recordar lo que se vio en circunstancias tan acotadas de tiempo y comercio. Normalmente el invento funciona hasta las uvas. De ahí en adelante el territorio se vuelve resbaladizo. Por los vicios propios y ajenos. Porque se busca el máximo resultado con el mínimo esfuerzo; porque el cuerpo pide marcha y porque las cadenas se vuelven amorfas.

Así que diré que la gente de “Wazemank” mantuvieron muy bien el tipo, aunque digo yo que me pareció que abusaron de las tomas falsas. Soy tan escéptico que pienso que las tomas falsas son parte del guión. Dicho lo cual, aseguro que es muy difícil dar buenas tomas falsas. Si son verdaderas tomas falsas, pasan, pero si son auténticamente falsas tomas falsas, la cosa debe trabajarse porque se nota que la risa no es orgánica, que se exagera demasiado.

Pasé como una exhalación por el de la capa y la que vende apartamentos. La primera estatal se volvió rancia. Más rancia cada vez porque está rodeada por otras cadenas que intentan buscar otras fórmulas al rito. Posiblemente será la que más se vea, pero es bastante viaje hacia atrás. Desde luego la musa de la televisión española es ella, la que vende apartamentos con corazón y baila con la nietísima. Es imposible ver TVE sin encontrártela. ¿No cansa un poco?

Cuatro estuvo un poco pesada hasta que aparecieron las hormigas atómicas. La Sexta aprovechó con sus mejores armas, “Sé lo que hiciste el último año”, ni me acuerdo de lo de Antena 3, bueno vi, como siempre, a Buenafuente y su pandilla. Al Neng más perdido que Chiquito de la Calzada en la Biblioteca de Alejandría. En Tele 5 montaron un asunto muy raro en Valencia con personajes de una serie de éxito. Pero yo, donde pasé más rato fue en TV5, que daban un magnífico espectáculo de variedades, con actuaciones musicales y mucha magia. Pero magia de la de fliparlo. Y así nos dieron las uvas. Lo del concierto de Viena y los saltos, forma parte de otro ritual. -