BRUSELAS
El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, dio ayer la bienvenida a Rumanía y Bulgaria como nuevos miembros de la UE. «Con su incorporación se completa para esos países el retorno a Europa que se inició con la caída del Telón de Acero», apuntó Steinmeier, en un comunicado emitido ayer por su departamento, en una jornada repleta de actos de «bienvenida» a la Unión en Sofía y Bucarest.Culmina así, ¿temporalmente?, la apuesta de ampliarse hacia el Este, proyecto que obligó a la UE a idear una reforma institucional para poder funcionar con 27 miembros, reforma recogida en el Tratado constitucional ahora en barbecho por el rechazo del Estado francés y Holanda en referéndum.
De ahí que la llegada de Bulgaria y Rumanía coincida con la virulencia del debate sobre la capacidad de la UE para seguir aumentando de tamaño y la urgencia de hacer las reformas necesarias para gestionar un club cada vez más numeroso. «No podemos ampliar la UE eternamente sin reformar las instituciones», advertía el pasado mes de setiembre el presidente de la Comisión, Durao Barroso, certificando así que no habrá más ampliaciones hasta que se llegue a un acuerdo sobre la Constitución Europea.
Pero además de la delicada situación que vive la propia UE, la adhesión de Rumanía y Bulgaria se producirá bajo estrictas medidas de vigilancia y control sin precedentes en anteriores ampliaciones.
De hecho, las supuestas lagunas que los dos nuevos socios tienen en ámbitos como la «lucha contra la corrupción» y el «crimen organizado», el control de los fondos estructurales y las ayudas agrícolas o la seguridad alimentaria, han llevado al Ejecutivo comunitario a establecer un mecanismo de cooperación y verificación de los progresos en estas áreas.
Así pues, la Comisión informará regularmente al Parlamento y al Consejo de los avances que, si se consideran insuficientes, podrían derivar en el establecimiento de cláusulas de salvaguardia. Tanto Bulgaria como Rumanía deberán rendir cuentas cada dos años hasta que cumplan plenamente los objetivos en las áreas mencionadas. El primer informe tendrá que presentarse antes del 31 de marzo de 2007.
No obstante, el aspecto más controvertido de la incorporación de los dos nuevos miembros será el de la libre circulación de trabajadores rumanos y búlgaros en el mercado laboral europeo. Los Gobiernos del resto de Estados miembros tienen derecho a establecer restricciones temporales a la entrada de mano de obra durante un periodo máximo de siete años y algunos países, como el Estado español, ya han anunciado su intención de hacerlo al menos durante dos. Un tema que recuerda a situaciones similares vividas en la UE en el pasado reciente, como la temida y falsa oleada de «fontaneros polacos».
Pese a estas restricciones, la adhesión a la UE fue celebrada en Rumania y Bulgaria con infinidad de actos estos días.
«El 1 de enero de 2007 será, sin lugar a dudas, una de las fechas más importantes de nuestra historia nacional», dijo el presidente búlgaro, Georgi Parvanov, en un mensaje al país.
Ciudades y pueblos búlgaros celebraron a lo grande su adhesión y algunos de los actos más simbólicos tuvieron lugar en localidades de la ribera del Danubio, frontera natural entre Bulgaria y Rumanía. Búlgaros y rumanos se reunieron en el único puente que comunica los dos países a la altura de la ciudad búlgara de Ruse y la rumana de Giurgiu para celebrar con champán el acontecimiento.
BRUSELAS
Eslovenia se convirtió ayer en el primero de los 10 países que entraron en la Unión Europea el 1 de mayo de 2004 en adoptar el euro, a un tipo de cambio de 239,64 tolares por euro. Con la entrada de la ex república yugoslava, la moneda única cubrirá a 13 países y a una población de de 316,6 millones de habitantes, de los cuales dos millones son eslovenos. El comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, confía en que Malta y Chipre estarán preparados para adherirse el 1 de enero de 2008.
Desde ayer, los eslovenos podrán pagar en euros o en tolares, y el cambio se les devolverá siempre en euros. El periodo de doble circulación concluirá el próximo día 14, y a partir del día 15 sólo el euro tendrá curso legal en Eslovenia, aunque seguirá siendo posible cambiar los tolares sin gastos.
Asociaciones de consumidores ya han denunciado las primeras subda de precios excesivas.
Merkel dice que la Unión está en deuda con los
ciudadanos
La canciller alemana, Angela Merkel, cree que la UE,
cuya presidencia asumió ayer en Alemania, está en deuda con el ciudadano y debe
ofrecer a éste una perspectiva. «Mucha gente se pregunta ¿nos trae Europa más
seguridad y bienestar? ¿no hay demasiada burocracia? Nos esforzaremos en dar una respuesta a estas cuestiones», apuntó. Merkel ratificó su propósito de tener lista, al final de ese periodo, un plan para reactivar la Constitución, que quedó aparcada tras el no francés y holandés. -