Anuarios en prensa escrita o resúmenes audiovisuales en las cadenas de televisión nos confirman cada final de año lo mucho que dan de sí doce meses. En todos los ámbitos, incluído el deportivo y, más concretamente, el futbolístico.

Pese a lo cual, el tiempo parece haberse detenido para el fútbol vasco en estos doce últimos meses. Porque, por lo menos en lo que respecta a los equipos de elite, la situación viene a ser la misma que la del dos de enero de 2006. Es decir, Athletic y Real sufriendo para mantener la categoría y Osasuna cargando con toda la responsabilidad de ofrecer alegrías al personal.

Claro que, quizás, es incluso peor que la del año pasado. Porque el Alavés sigue sufriendo, pero una categoría más abajo que en 2006, y el Eibar parece recuperar la sonrisa, pero ahora lo hace en la división de bronce, junto a otro puñado de equipos vascos que, como el armero, sueñan con los play­off.

Así las cosas, la lista de de- seos que ha acompañado en esta ocasión a las campanadas ha vuelto a estar marcada por la modestia en la mayoría de los casos aunque, viendo cómo les van las cosas a algunos, incluso la salvación puede tildarse de objetivo ambicioso.

No es el caso de Osasuna, el único equipo de Primera que comienza 2007 con las ilusiones por todo lo alto. Y con especial fuerza, probablemente, tras las penurias pasadas en el último trimestre del año que se acaba de extinguir.

Si los baches se limitan a uno por temporada, los rojillos ya pueden soñar con todo lo que quieran, porque el suyo parece definitivamente olvidado y, por muy profundo que resultara, no fue suficiente para apartar al equipo navarro de ninguna de las tres competiciones que disputa.

Tres torneos en los que residen, precisamente, las ilusiones con las que arranca el año. Pero también las complicaciones.

Y es que Osasuna vuelve a enfrentarse a un panorama similar al que tan caro ha estado a punto de costarle en los últimos meses. Es decir, muchos partidos, poco tiempo y el deseo de «muñeca y balón». Los navarros quieren llegar lejos en Copa, UEFA y, tras su espectacular remontada, también en Liga, y éso implica un calendario de muchísima exigencia que puede llevarles a disputar hasta 19 partidos en poco más de dos meses, lo que supone entrar en una dinámica dos encuentros por semana hasta el próximo 18 de marzo.

Sólo con la disputa de las próximas eliminatorias de Copa y Copa de la UEFA, que tiene aseguradas, José Angel Ziganda y sus hombres ya saben que en las próximas ocho semanas disputarán doce encuentros:dos de Copa frente al Atlético de Madrid, dos de Copa de la UEFA frente al Girondins de Burdeos y ocho de Liga frente a Real, Betis, Atlético, Getafe, Barcelona, Nastic, Celta y Espanyol. Si además supera a la escuadra colchonera y se clasifica para los cuartos de final de la Copa, deberá comprimir aún más el calendario e incluir otros dos encuentros en ese mismo período de tiempo.

Y todo ello con el mismo grupo de jugadores que acumula siete victorias consecutivas pero que también enlazó una de las peores rachas negativas que se recuerdan porque, en principio, Osasuna no tiene intención de reforzarse en el mercado de invierno. José Angel Ziganda, así, se reencuentra hoy con los mismos jugadores de los que se despidió el pasado 20 de diciembre.

La permanencia

¿Un objetivo modesto? Es posible, pero también el único que se puede plantear, teniendo en cuenta que es el penúltimo clasificado y que en los cuatro primeros meses de Liga únicamente ha sido capaz de ganar un partido.

Como sucediera hace un año, la directiva de Miguel Fuentes buscará el antídoto a base de talonario. La plantilla regresa hoy a los entrenamientos con un nuevo compañero, Víctor López, y, si los pronósticos se cumplen, la nómina de caras nuevas no acabará ahí.

Si llegan, que lo hagan con ganas, porque 2007 comienza con un calendario de lo más complicado para la Real que, en las seis primeras jornadas del año se enfrentará a tres de los equipos más fuertes del cam-peonato ­Valencia, Sevilla y Real Madrid­, visitará a un rival directo, el Racing, y disputará sendos derbis ante un Osasuna al alza ­a menos que el parón navideño haya acabado con su buena racha­ y un Athletic que también parece haber empezado a reaccionar.

Un Athletic que, con todo, tampoco comienza el año en la mejor de las situaciones. Los últimos resultados han aliviado su situación clasificatoria, y también la moral, pero como sucediera hace doce meses, los rojiblancos afrontan media temporada larga y complicada en la que la permanencia ­con la Copa descartada, tras caer a manos del Mallorca­ se presenta como único objetivo viable.

Lo cierto es que si los excesos navideños no han acabado con el apunte de reacción que venía protagonizando el Athletic de la mano de Mané, el arranque de 2007 puede ofrecerle una buena oportunidad para la remontada, teniendo en cuenta que en las primeras jornadas se enfrenta a un buen número de rivales directos. Mallorca, Levante, Real y Betis, además del Villarreal, deberán medirse a los rojiblancos en las cinco próximas jornadas.

Habrá que ver si lo hacen contra un equipo reforzado, ya que el Athletic sigue buscando sustituto a sus numerosos lesionados en el centro del campo, con Iván Campo como diana de los principales rumores. -

DONOSTIA