GASTEIZ
El Gobierno de Lakua no da por roto ni el proceso ni el diálogo político. Así lo destacó su portavoz, Miren Azkarate, el mismo día del atentado y lo confirmó al día siguiente Juan José Ibarretxe en su habitual discurso de fin de año. «En un momento complicado como éste», dijo, «no podemos admitir que la esperanza de paz se desmorone». Tras dedicar su primer recuerdo a las dos personas desaparecidas, a sus allegados y a todas las personas afectadas por la explosión, el lehendakari manifestó que ETA «ha vuelto a frustrar las ilusiones del pueblo vasco» pero «no nos ha quitado la esperanza. Para nuestra generación, nuestro objetivo y nuestra responsabilidad es trabajar para alcanzar la paz, y también lograr acuerdos políticos para decidir nuestro futuro, entre todos, aquí, en Euskadi».
«La única responsable de lo sucedido ayer [por el sábado] es ETA», aseguró, pero se preguntó por la actuación de «los demás». De hecho, invitó a hacer «nuestra propia reflexión sobre cómo hemos gestionado el proceso de paz». Y es que, a su entender, «un proceso de esta naturaleza exige menos orgullo y más dosis de generosidad por parte de todos», porque «es mucho más difícil construir la paz que hacer la guerra».
Ibarretxe se mostró convencido de que mientras se siga «confundiendo la violencia de ETA con la solución de un conflicto de naturaleza política» no se conseguirá avanzar. «Es preciso no condicionar ni mezclar el fin de la violencia de ETA con el derecho a decidir nuestro propio futuro, ni tampoco al contrario, condicionar el derecho a decidir, que nos asiste democráticamente, al final de la violencia de ETA», afirmó.
Se dirigió a la ciudadanía para trasladarle que «vuestra decisión es la única garantía para seguir avanzando», y agregó que la consecución de la paz y los acuerdos políticos «no es cosa exclusivamente de los políticos, sino responsabilidad de todos y cada uno de nosotros. Ahora es cuando más necesitamos vuestra participación activa en el proceso desde el comienzo hasta el final, desde el inicio hasta la consulta democrática en la que decidamos nuestro propio futuro».
Las palabras del lehendakari recibieron el respaldo de las formaciones que conforman el tripartito y de Aralar, que mostraron su disposición a continuar con el diálogo político para resolver el conflicto.
Iñigo Urkullu (PNV) consideró acertada la llamada de Ibarretxe a «alentar la esperanza de la sociedad vasca desde el compromiso de todos de participar en el proceso». Desde EA, Begoña Errazti señaló que debe ser ETA la que tienen que dar «muestras clarísimas» de que quiere recorrer el camino de la paz y agregó que «no podemos consentir» que se rompa «lo que hemos avanzado».
Mikel Arana (EB) afirmó que la organización armada podrá atentar «pero no logrará impedir el compromiso de la sociedad con el diálogo y la paz». Mikel Basabe (Aralar) instó a «im- plicarse por la paz» y pidió al Gobierno español y a ETA que «actúen sin frustrar las esperanzas de la sociedad, con responsabilidad y seriedad».
El PSE y el PP critican el discurso del
lehendakari
Las críticas a las palabras pronunciadas por Ibarretxe llegaron desde el PSE y el PP. Rodolfo Ares le replicó que no es posible el diálogo con la izquierda abertzale «como si no hubiera pasado nada», al tiempo que dijo que el atentado «ha roto el alto el fuego y el diálogo emprendido de acuerdo a la resolución del Congreso». De hecho, aseguró que el PSE suspenderá «toda conversación con representantes de la izquierda abertzale» hasta que no exista «voluntad clara» de ETA para dejar las armas, haya «ausencia de violencia» y exista «compromiso» por parte de la izquierda independentista de «hacer sólo política». Por parte del PP, Leopoldo Barreda manifestó que, con su discurso, el lehendakari «se sitúa al margen de la realidad con sus obsesiones de siempre». -