Más de 2.000 voces exigen justicia para la familia Berrueta
·Antes de la manifestación volvieron a aparecer pintadas insultantes y amenazantes
La familia Berrueta Mañas despidió un año en que se ha confirmado el cierre en falso del procedimiento judicial por la muerte de Angel sintiendo una vez más el calor de sus vecinos de Iruñea. Más de 2.000 personas les respaldaron y denunciaron que «el Estado se ha absuelto a sí mismo».
IRUÑEA
En la renovada calle Martín Azpilikueta del barrio de Donibane de Iruñea ya no existe la panadería de los Berrueta, pero el recuerdo de Angel y la denuncia de su muerte no se apagan en el barrio, más aún después del cierre en falso del caso con la exculpación de Pilar Rubio, la mujer del policía que inició el incidente y acompañó a los dos atacantes para que acabaran con la vida del miembro de Gurasoak.Así lo demostraron el último día del año más de 2.000 personas que se manifestaron juntas con un doble objetivo:exigir justicia y respaldar a la familia, que ha vuelto a sufrir un duro mazazo con la absolución de Rubio por parte del Tribunal Supremo español. Esta solidaridad vecinal se sigue haciendo necesaria. La familia no se siente segura, y de hecho antes del inicio de la manifestación Aitziber Berrueta, hija de Angel, reveló que en las últimas horas habían aparecido de nuevo pintadas con amenazas e insultos contra la familia junto a su domicilio. Resulta ya una constante que los «incontrolados» hostiguen a los Berrueta cada vez que dan un paso adelante en la denuncia de todo lo ocurrido desde el 13 de marzo de 2004. Este fue el telón de fondo de la manifestación que partió de los cines Golem y recorrió tres de las principales avenidas del barrio:Sancho el Fuerte, Pío XIIy Avenida de Baiona. La Policía española, precisamente el cuerpo al que pertenecía Valeriano de la Peña (marido de Rubio), caminó a pocos metros de los manifestantes, entre gritos de «Herriak ez du barkatuko», «Egindakoa ordainduko duzue» o «Pilar Rubio cómplice». También hubo un recuerdo omnipresente para Kontxi Sanchiz, la vecina de Hernani que murió de un infarto un día después, tras cargar la Ertzaintza contra una manifestación de denuncia de la muerte de Berrueta. El retrato de Sanchiz acompañaba al del panadero de Iruñea en la cabecera de la marcha, delante de una pancarta portada por la familia Berrueta Mañas y por vecinos de Donibane.
«El Estado se absuelve»
Al llegar a la Plaza Monasterio de Azuelo, los vecinos del barrio dieron lectura a un comunicado en el que denunciaban que «al absolver a Pilar Rubio de haber propuesto la muerte de Angel Berrueta, han absuelto también la responsabilidad del Gobierno español en el odio, la mentira y la manipulación desatada en aquellos días de marzo de 2004», tras el intento de imputar a ETA la matanza del 11-M. Con ese objetivo bajó Rubio a la panadería de Berrueta, provocando su muerte.Además de censurar la injusticia de la sentencia, declararon a la mujer del policía español «persona non grata» en el barrio y exigieron a las FSE «que se vayan y nos dejen en paz».
Batasuna: «Reconocer todo el sufrimiento»
IRUÑEA Batasuna dirigió un «fuerte abrazo» a los Berrueta Mañas ante la nueva aparición de pintadas contra ellos, y constató que su situación «muestra en toda su crudeza la hipocresía de los discursos sobre la violencia y las víctimas con que el PP sabotea el proceso y que el PSOE utiliza también para escudarse y no abordar de forma seria un proceso para la resolución del conflicto». Como muestra de esta «hipocresía», cita que la apelación al «respeto a la memoria de las víctimas» sea usada como base para prolongar artificialmente condenas de presos vascos, y que «no se escandalicen por que los responsables de la violencia del Estado contra Euskal Herria ni pisen la cárcel». Frente a todo ello, Batasuna propone «reconocer el conjunto del sufrimiento y, sobre todo, sentar las bases para la desaparición de todas las violencias, dando solución en términos democráticos a los problemas políticos».
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