El Tribunal Correccional de París acogió ayer el juicio por la publicación de varias caricaturas del profeta Mahoma por parte del semanario satírico «Charlie Hebdo».

El juicio es resultado de una denuncia presentada por la Unión de Organizaciones Islámicas del Estado francés (UOIF) y por la Gran Mezquita de París, que alegan que se trata de un posible delito de «injurias públicas contra un grupo de personas en razón de su religión».

Las caricaturas aparecieron en un número especial que publicó «Charlie Hebdo» en febrero de 2006, con once de sus 16 páginas dedicadas a los dibujos de Mahoma que había sacado en setiembre de 2005 el diario danés «Jyllands Posten».

La portada del semanario francés mostraba a Mahoma que lloraba mientras aseguraba que «Es duro ser amado por tontos», mientras que el interior había dibujos del profeta fundador de la religión islámica con un turbante del que salía la mecha de una bomba y otro en el que decía a los activistas kamikazes que dejasen de inmolarse, ya que no quedaban más vírgenes en el paraíso.

El rector de la Gran Mezquita de París y presidente del Consejo Francés del Culto Musulmán, Dalil Boubakeur, aseguró que el objetivo de la querella es «crear un cortafuegos judicial para proteger a los musulmanes de los abusos insultantes».

La prensa francesa dedicaba ayer amplio espacio al juicio y el rotativo «Libération» reproduce las caricaturas que son el centro de la controversia judicial. En la prensa aparecen también páginas de publicidad por Reporteros Sin Fronteras (RSF) con una frase: «Con `Charlie Hebdo' nos negamos a callarnos».

Federación de Periodistas

La Federación Internacional de Periodistas (FIP) consideró ayer que llevar a los tribunales a los medios de comunicación que publiquen dibujos sobre el Islam no contribuirá a mejorar la relación con esta religión, sino a a empeorarla. La Federación Europea de Periodistas instó al tribunal de París a rechazar la denuncia presentada.