El Tribunal Supremo español hizo pública ayer la sentencia en la que declara a Jarrai, Haika y Segi «organizaciones terroristas» y condena a 23 de los imputados en esta causa a seis años de prisión e inhabilitación especial para empleo o cargo público por el mismo periodo de tiempo «como autores de un delito de integración en asociación ilícita, constitutiva de banda, organización o grupo terrorista».

El fallo, adelantado ya el pasado 19 de enero y que provocó que la Audiencia Nacional dictara una orden de busca y captura contra los condenados -cuatro de ellos fueron detenidos en las horas posteriores y otros dieciocho en un acto en Bilbo el pasado domingo-, cuenta con los votos particulares de dos de los cinco magistrados que componen la Sala de lo Penal del TS. Joaquín Giménez García y Andrés Martínez Arrieta discrepan de la sentencia al negar que las tres organizaciones juveniles sean «terroristas».

Martínez Arrieta considera que el fallo «configura una nueva banda» armada, «sin apoyarlo en criterios distintos de los resultados violentos con finalidad terrorista», y afirma que en la labor y líneas de actuación de Jarrai, Haika y Segi -«que persiguen unas finalidades coincidentes con las de ETA», resalta- confluyen «actividades no vinculadas a la violencia y otras de violencia callejera sin una estructura permanente de apoyo a esta tarea».

Por ello, entiende que «no cabe aplicar preceptos como el de banda armada a quienes no han dado el paso de integración», pues, según señala, no es función de un sistema penal democrático el «enjuiciamiento de pronósticos de conducta futura, aunque puedan ser previsibles, sino el de hechos cometidos».

«Las modalidades agresivas de la violencia callejera, insisto una de las actuaciones del grupo enjuiciado, con ser grave, no es parangonable con los actos terroristas cometidos por las organizaciones terroristas a los que hemos aplicado el tipo penal de la banda armada», incide.

«Interpretación extensiva»

Por su parte, Giménez García indica en su voto que por lo que califica como «naturaleza complementaria» de la actividad de los tres organismos juveniles, por la «exigencia de mantener un concepto muy restringido» de banda armada, por la «inidoneidad» de los medios empleados y por el «respeto al principio de proporcionalidad penal», no puede estimarse que éstas sean organizaciones terroristas.

Agrega que su actividad resulta «parasitaria» en relación con ETA, ya que fueron «creadas y tuteladas» por la organización armada, pero «carecen de iniciativa para diseñar y ejecutar actividades terroristas». Y apunta que conforman «el frente juvenil» de ETA con vocación de «ser la cantera de la que puede nutrirse», lo que para este juez significa que «cuando se invita a ingresar en ETA, es que no se pertenece a ella, luego el candidato procede de un colectivo que no es ETA».

En ese sentido, explica que la mayoría de la Sala ha realizado una interpretación «extensiva en exceso del concepto de organización terrorista» cuando és-te exige una interpretación «rigurosamente restrictiva». La interpretación que efectúa la sentencia representa para este magistrado un concepto «expansivo y omnicomprensivo de terrorismo» y lleva en sí mismo «el germen de acabar por fagocitar todas las otras asociaciones ilícitas».

Los otros tres jueces, Juan Saavedra Ruiz, Miguel Colmenero Menéndez de Luarca y el ponente Francisco Monterde Ferrer, declaran que Jarrai, Haika y Segi «persiguen producir profundo terror, atacando al conjunto de la sociedad democrática y constitucional del Estado de Derecho o atentando contra la paz pública». Y en base a ello, la sentencia concluye que «la dicotomía» a la que se refiere la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional en su fallo de junio de 2005 -en el que declaró «asociaciones ilícitas» a las encausadas y dictó penas de prisión de entre tres años y medio y dos años y medio para estos 24 jóvenes- para diferenciar entre «la organización armada y sus satélites» en «ningún modo empaña la califificación de `terrorista', dada la finalidad y contenido de los actos» que se les atribuyen, «organizando, bajo la supervisión de ETA, ataques» de kale borroka.

Una labor para «enmascarar»

El Supremo precisa que «tampoco el carácter subordinado de los segundos -satélites- respecto de la primera -organización armada-, en cuanto a la capacidad de diseñar la política terrorista, sería obstáculo para la calificación de terrorismo», al tiempo que añade que tampoco impide considerar «terroristas» a las tres organizaciones juveniles independentistas «la eventual dedicación de estas entidades a actuaciones legales `en el ámbito juvenil'». Y es que, a su juicio, ese trabajo desempeñado en muy distintos ámbitos «responde, sin duda, tanto a un enmascaramiento de sus verdaderos objetivos como a la utiliza- ción de todas las reivindicaciones, pretextos y banderines imaginables para penetrar lo más profundamente posible en el tejido social».

El Alto Tribunal español justifica su decisión de considerar «terrorista» a Jarrai, Haika y Segi en párrafos textuales de la propia sentencia de la Audiencia Nacional, en los que se relata la decisión de ETA de realizar un «desdoblamiento estructural que originó el Movimiento de Liberación Nacional Vasco, reservándose para ella el militar y haciendo que el resto de frentes pasaran a la legalidad». Para ello se remonta hasta 1975, año en el que afirma se constituyó KAS.

«De tal estracto -prosigue el fallo del Supremo- fácil es concluir que Jarrai-Haika-Segi constituye una organización estable en el tiempo, desenvolviéndose desde 1978 a 2001; que lejos de dedicarse a la defensa pacífica y por medios legítimos de su opción política, dicha organización complementa la actividad de lucha armada de ETA, mediante actos de `kale borroka' numerosos y reiterados».

Para ello, señala, hace uso de «artefactos explosivos o incendiarios; causa daños, coacciones y amenazas, mediante lanzamientos de artefactos incen- diarios, menoscabos de vehículos de transporte público, causación de incendios intencionados, colocación de artefactos explivos y contra-manifestaciones violentas. Actos todos ellos de contenido e intención conminatorios».

Tras realizar un extenso resumen del tratamiento del «terrorismo» en la jurisprudencia del Tribunal Supremo y del Constitucional, en el Derecho Europeo y en la legislación de otros estades, el TS declara que la actividad de Jarrai, Haika y Segi «es diseñada, coordinada, graduada y controlada por ETA».

Por otra parte, allegados de los jóvenes encarcelados en relación a esta causa informaron a GARA de que en breve serán trasladados a otras prisiones.