«Hay que pasar de la defensa del diálogo a la búsqueda de la solución" ¿Dilapidará el Estado español también esta oportunidad?
La izquierda abertzale ha dado el paso de presentar ahora las bases que considera «suficientes" para «resolver el conflicto político con el Estado español", porque «entiende que ha llegado el momento de superar la fase de la defensa del diálogo para adentrarse definitivamente en la búsqueda de la solución". Según han asegurado a este diario, considera además que existe «una oportunidad abierta para el desarrollo de un proceso de conversaciones políticas".
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
El martes Joseba Permach anunciaba en una rueda de prensa sobre el sumario 18/98 que al día siguiente la Comisión Negociadora de la Izquierda Abertzale haría pública una propuesta en torno al diálogo, la negociación política y el necesario acuerdo político. El anuncio suscitó interés y ya ese mismo día comenzaron a realizarse conjeturas en algunos medios sobre cuáles podrían ser los términos de esa propuesta.
El miércoles, el salón del hotel donostiarra donde iba a tener lugar el acto de presentación acogía a un nutrido grupo de trabajadores de los medios de comunicación. Entre redactores, fotógrafos, cámaras de televisión y algún técnico de sonido, casi cincuenta periodistas.
A través de ellos, Rufi Etxeberria, Arnaldo Otegi, Arantza Santesteban y Xabi Larralde presentaban «a la ciudadanía vasca y a la opinión pública española» la propuesta de un acuerdo que partiendo de la realidad actual dé lugar a un nuevo marco para Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa. En términos jurídicos se basaría en la autonomía política, debería aprobarse por mayoría en la CAV y en Nafarroa, y garantizaría el derecho a decidir, pudiendo la ciudadanía de los cuatro herrialdes optar en el futuro por cualquier proyecto político, incluido el independentista que defiende la propia izquierda abertzale.
La propuesta descolocó a más de un partido y a algunos medios de comunicación. No era lo que esperaban o lo que deseaban oír. Ejemplo de esta confusión inicial fueron las declaraciones de la secretaria del Euskadi Buru Batzar, Josune Ariztondo, que aseguraba que se trataba de «una iniciativa asombrosa en los momentos que vivimos actualmente». «¿A qué viene ahora -se preguntaba- una propuesta política lanzada ante los medios de comunicación y reconociendo que no ha sido enviada al resto de partidos políticos?».
No es del todo cierto que los partidos desconocieran completamente la propuesta de la izquierda abertzale. En los distintos contactos que se han mantenido en los últimos meses algunos de esos contenidos ya se han puesto encima de la mesa, como apuntó Arnaldo Otegi en la presentación del documento, aunque el dirigente independentista reconoció que nunca se había planteado en esas conversaciones con la forma y detalle con la que se ha concretado en el escrito.
«Oportunidad abierta»
Fuentes de la izquierda abertzale, consultadas por GARA, han explicado tanto la importancia que tiene esta propuesta, como las razones por las que se ha presentado en este momento.
Según estas fuentes, el calado de la propuesta presentada por la Comisión Negociadora viene dado por dos motivos: el primero, el contexto en el que se produce, que la izquierda abertzale define como de «oportunidad abierta para el desarrollo de un proceso de conversaciones políticas». El segundo es «que plantea una solución escrupulosamente democrática a los dos grandes nudos que alimentan el conflicto, y que son la vertebración territorial y el derecho a decidir libre y democráticamente el futuro del pueblo vasco».
En cuanto al momento elegido para hacer pública la propuesta, la izquierda abertzale señala que «se produce ahora porque entendemos que ha llegado el momento de superar una fase de defensa de la lógica del diálogo para entrar definitivamente en la fase de la búsqueda de soluciones». Podría entenderse que no es sólo momento de hablar, sino de dirigir ese diálogo hacia la búsqueda de la resolución definitiva del conflicto.
En este sentido, las fuentes consultadas por este diario subrayan que el diálogo debe entrar de manera serena y profunda a abordar sin más dilaciones un debate positivo y constructivo en torno a las raíces que históricamente han alimentado y que hoy siguen alimentando el conflicto.
En la presentación del pasado miércoles, Arnaldo Otegi ya destacó que por encima de los obstáculos existentes era el momento de que el conjunto de partidos acreditara «la suficiente voluntad y la necesaria ambición histórica para sentarse a dialogar y alcanzar un acuerdo político resolutivo que dé paso a un nuevo escenario en Euskal Herria».
Estatuto nacional
Uno de los términos de la propuesta que más ha llamado la atención es la referencia a la autonomía política para los cuatro territorios de Hego Euskal Herria. Antes de abordar esta cuestión, no se puede olvidar que el pasado 27 de enero la izquierda abertzale también presentó en Uztaritze una propuesta de autonomía de orientación nacional para Ipar Euskal Herria.
Las fuentes consultadas por este diario recalcan que «la autonomía nacional ha sido una reivindicación constante en la historia de la izquierda abertzale». Recuerdan que «Herri Batasuna llegó incluso a elaborar un Estatuto Nacional de Autonomía para los cuatro territorios. Nosotros apostamos ahora por un escenario de tránsito en términos de autonomía -con derecho a decidir, insisten- para el conjunto de los siete territorios. Una vez alcanzada esta solución, la izquierda abertzale comenzaría el trabajo para convencer a la ciudadanía de la apuesta por la creación de un Estado vasco en Europa».
«Ademas -concluyen estas fuentes- lo que la izquierda abertzale ha combatido no ha sido el concepto de autonomía, sino los estatutos (navarro o vascongado) que se construyeron desde la particion territorial y sin derecho a decidir libre y democráticamente nuestro futuro como pueblo».
La izquierda abertzale insiste en que la propuesta presentada es «escrupulosamente democrática» y que sobre esas bases se puede «construir una paz justa y duradera para Euskal Herria», por lo que no se trata de un movimiento táctico o realizado por un interés coyuntural (hay quien ha hablado incluso de intereses electorales), sino que es una apuesta de fondo que esperan que tenga un recorrido político importante.