A todos los presos políticos vascos
Miguel Perez Villamizar
Preso social
Quiero romper con esa imagen que se da de vosotros. Es para mí una obligación hacer saber que, como preso, he aprendido a valorar mi dignidad porque vosotros estáis sobrados de ella, y algo se pega. Los presos sociales estamos acostumbrados a perderla, porque nos dejamos condicionar por esos «premios» que el sistema decide si te mereces o no: destinos remunerados, permisos... Pienso que ello nos convierte en en marionetas del sistema.
La convivencia y el día a día en las prisiones es muy diferente a lo que venden. Para constatarlo, diré que los presos políticos vascos cumplen sus condenas en primer grado, en módulos de aislamiento, privados de actividades. Pocos son los que consiguen antes de finalizar su condena, que cumplen íntegra, ser clasificados en segundo grado.
Esto, a lo mejor, es porque son personas afables, educadas, estudiosas, no conflictivas, altruistas, tolerantes, siempre dispuestas a ayudarte y, por encima de todo, te aceptan como eres.
Terroristas eran los procesados por pertenecer al GAL, y mira cómo vivieron en la cárcel. Se me ocurre que no es lo mismo quemar un autobús, por ejemplo, en Jaén que en Bilbao. Pero ¿no es el mismo delito?
Mi intención es deciros a todos los presos políticos vascos eskerrik asko por haberme ayudado a superar mis problemas personales, hacerme saber quién soy y dónde estoy.