Josune Ariztondo propone acabar con el modelo actual de Ahotsak
En un artículo publicado en dos diarios del grupo Vocento, la secretaria del EBB del PNV, Josune Ariztondo, propone acabar con el modelo actual de Ahotsak, invitando a que las mujeres políticas den un paso atrás y sean sustituidas en el liderazgo por «profesionales".
GARA |
La secretaria del EBB, Josune Ariztondo, publicó ayer un artículo en «El Correo» y «El Diario Vasco» en el que afirma que «puede que salvar el espíritu Ahotsak y asegurar su continuidad exijan su final como plataforma política y nos exijan a las representantes políticas renunciar a la primera línea de actuación para que se abra paso una auténtica iniciativa social bajo el liderazgo de mujeres profesionales no adscritas a formaciones políticas y que tengan vocación para la cosa pública».
El artículo comienza afirmando que Ahotsak nace en abril de 2006, tras el anuncio del alto el fuego de ETA, cuando es público y notorio que, si bien se presentó en esa fecha, su conformación es fruto de muchos meses de trabajo realizados con anterioridad al alto el fuego.
En opinión de Ariztondo, «Ahotsak nace con las características de un movimiento social y, a la vez, de una plataforma política», lo que provoca sentimientos «contradictorios». Señala que genera ilusión en la ciudadanía, pero, a la vez, crea incertidumbre, e incluso desasosiego, su rigidez metodológica («sólo hablamos de lo que nos une; estamos a título personal; están presentes todos los partidos excepto uno»). Y añade también que -según afirma- «no se entiende muy bien por qué una iniciativa política cuyas cabezas visibles son personas de gran referencia política e institucional se niegan a presentarse y presentar su iniciativa en las instituciones».
Josune Ariztondo sostiene que estaban afrontando esos debates «cuando llegó el 30-D». La secretaria del EBB asegura que, tras el atentado, «denunciar el asesinato que ETA pretende cargarnos se convierte, ineludiblemente, en la primera tarea de Ahotsak porque se ha atentado contra la vida en nombre de todas nosotras».
En este contexto, Ariztondo apunta que no se puede mantener una «esquizofrenia política voluntaria» y es necesario «conciliar las actitudes personales y la ideología en la que militamos públicamente». Por ello, sostiene la necesidad de cambiar el modelo actual de Ahotsak, renunciando las mujeres políticas al liderazgo del colectivo.