El 92% de las mujeres de Mali han sufrido mutilación genital
Los casamientos forzosos y a temprana edad así como la mutilación genital son, según denuncian organizaciones humanitarias y activistas en defensa de los derechos de la mujer, «las vulneraciones más extendidas" en Mali. El 92% de las mujeres ha sufrido la ablación.
GARA |
El 92% de las mujeres entre 15 y 49 años de Mali han sufrido mutilaciones genitales. Es uno de los países con mayores índices de ablación en el continente africano. No obstante, las organizaciones que trabajan para poner fin a esta práctica, frecuente en 28 países africanos, subrayan que está habiendo progresos, aunque lentos, para cambiar este tipo de actitudes.
Según la Organización Mundial de la Salud, el proceso incluye la extirpación de parte o del conjunto de los labios externos y del clítoris, y puede provocar hemorragias, infecciones, complicaciones durante el parto y problemas sicológicos. La más severa de las intervenciones supone la costura de la apertura de la vagina, dejando un pequeño orificio para el paso de la orina y la menstruación.
La directora de una asociación de ONG que luchan por los derechos de las mujeres en Mali, Aissata Diakite, manifestó que desde 1991, al menos 200 de las personas que realizaban este ritual han dejado de lado los bisturíes y han prometido que nunca lo harán otra vez.
«Otras 15 importantes localidades malienses están también en el camino para abandonar esta práctica», añadió.
Pese a la labor de concienciación, la mutilación genital femenina sigue siendo una fatal realidad para la mayoría de las mujeres en todas las regiones de Mali, tanto en zonas urbanas como rurales. Aunque las características varían dependiendo de cada región y etnia, todos los grupos religiosos la practican.
Diakite constató que la mayor resistencia al cambio se encuentra en el sur de Mali. En 1996, el Gobierno creó una comisión nacional para examinar la salud de los niños y las mujeres y en 1999 prohibió la ablación.
Junto a esta práctica, los casamientos forzosos a temprana edad es la vulneración de derechos más extendida. «Esto priva a las niñas de su adolescencia y libertad y les obliga a mantener relaciones no deseadas con importantes consecuencias sico-sociales y emocionales», denunció la activista pro derechos de la mujer Taore Oumo Toure.
La ministra para Mujeres, Niños y Familias, M´Bodji Sene, remarcó que la clave para acabar con estas vulneraciones está en la educación y la comunicación. «Todo el progreso registrado en el cambio de comportamiento se debe al impacto positivo de las comunicaciones tradicionales y modernas», sostuvo.