Ocasión histórica para dejar huella en Europa
Los rojillos afrontan ante el Girondins la mejor oportunidad para hacer historia en su corto palmarés europeo. Un buen resultado en el Chaban Delmas podría facilitar el pase a octavos, un hito nunca obtenido
Natxo MATXIN | BURDEOS
Sólo han pasado poco más de tres lustros y Osasuna va a disponer de otra oportunidad de oro para hacer historia en el viejo continente. Alcanzar los octavos de final de la Copa de la UEFA sería un hito sin precedentes en la biografía del club de la Plaza del Castillo.
En 1991 un poderoso Ajax plagado de estrellas en ciernes, y a la postre campeón del torneo, se interpuso en la trayectoria navarra. En esta ocasión, al menos a priori, las fuerzas están más equilibradas, si bien el Girondins tiene a su favor su mayor experiencia europea, ya que viene disputando torneos de esta índole de manera continuada en los últimos años.
Además de sus cinco participaciones en Copa de Europa y Champions League, los de Ricardo Gomes han alcanzado ya el centener de partidos en la menor de las competiciones europeas, cinco veces más que los rojillos, que sumarán hoy su decimonoveno partido de Copa de la UEFA.
En cualquier caso, tanto los bordeleses como Osasuna llevan una línea similar a lo largo de la presente temporada, pero de lo que hagan hoy los de Ziganda en el Chaban Delmas dependerá buena parte del crédito para la vuelta.
Los anfitriones, que pudieran parecer temibles por su último subcampeonato liguero sólo por detrás del Olympique de Lyon, no son los del año pasado. Pese a que su estadio sigue siendo un feudo difícil -sólo ha perdido tres partidos ligueros aquí-, ya no se caracterizan por la seguridad defensiva del año pasado. De hecho, superan la cifra de goles encajados con respecto a los anotados, 27 por 26 concretamente.
Trivote o dos delanteros
Claro que el peor enemigo de los rojillos son ellos mismos. El propio míster rojillo ya ha reconocido a lo largo de la semana que el equipo no ha jugado bien en sus últimos desplazamientos, por lo que deberá mejorar sus prestaciones si quiere salir con ciertas opciones del Chabad Delmas.
Ziganda mantendrá sus dudas hasta última hora -escondió el sistema y el once a los periodistas durante la última sesión previa al choque-, sobre todo en lo que a la táctica a emplear se refiere. La mayor incógnita se centra en saber si el de Larraintzar confiará en un trivote -dibujo bastante utilizado cuando el equipo juega fuera de El Sadar- o se inclinará finalmente por dar entrada a dos delanteros.
Raúl García y Milosevic parecen ser los hombres que se disputarán esa estratégica plaza, que determinará en gran manera la forma de jugar de inicio de los rojillos. Salvo sorpresa de última hora, el resto del once parece bastante definido, ya que tiene todos los visos de que Ziganda confiará en el bloque que tan buenos resultados le diera en diciembre para encarar un partido tan ilusionante.
Por si no hubiera bastantes alicientes, al reto histórico se suma la avalancha de aficionados que hoy poblarán las calles de Burdeos con el objetivo de insuflar un ánimo todavía más directo al equipo. Aunque hasta la hora del partido no se podrá calibrar en cifras reales el número de hinchas desplazados, las reservas de entradas y autobuses inclinan a pensar que en la capital aquitana se darán cita más de 5.000 rojillos.
Se trata de una oportunidad para la escuadra navarra que sólo sucede una vez cada muchos años y que no puede dejar escapar en esta ocasión.