Según dicen, el que avisa...
Josebe EGIA
No es traidor, pero no por ello tiene razón. Desde la década de los ochenta, los gobiernos del Estado español vienen lanzando globos sonda y amenazas catastrofistas con que el sistema de seguridad social estará en quiebra muy pronto, a pesar de saber que esto es una falacia.
Desde el Pacto de Toledo -con el PP- están dale que te pego con la matraca de que aumentar los años de cotización para tener derecho a una pensión y establecer la base reguladora computando el total de los años cotizados, y no los últimos, iba a ser la panacea del sistema. Ahora, en base al acuerdo que firmaron el año pasado el Gobierno, la patronal y, de modo incomprensible y mamporrero, CCOO y UGT, el PSOE, tras finalizar las elecciones sindicales y ¿regalo a Cuevas en su despedida?, es el que ha aprobado el proyecto de Ley de Reforma de la Seguridad Social.
Este proyecto aumenta el tiempo mínimo de cotización para cobrar la jubilación hasta los 15 años y endurece los requisitos de acceso a la parcial, el famoso «contrato de relevo», a la que sólo podrán acogerse las personas mayores de 60 años, siempre que acrediten, como mínimo, 35 años de cotización y un despido. Otra de las medidas incluidas es incentivar la jubilación tras los 65 años. Pero ¿no está claro que el paro se ensaña en jóvenes y mujeres? No parece que ésta sea la mejor opción para emplear a estos colectivos.
El proyecto establece, además, una nueva fórmula para el cálculo de la pensión de incapacidad permanente, por la que se tendrán en cuenta todos los años cotizados. Otro aviso de que, a la estela de la cumbre de Davos, en poco tiempo aplicarán esta fórmula a la pensión de jubilación.
También afecta a la pensión por viudedad. Se «vende» esta reforma como «progresista» porque va a afectar a las parejas de hecho, como no podía ser de otro modo teniendo en cuenta las nuevas formas de la familia. Pero en lugar de entrar a fondo a regular esta pensión -mejorando las pensiones actuales de las personas mayores, mujeres sobre todo, que perciben pensiones irrisorias- el proyecto establece restricciones.
Con la reforma las parejas de hecho podrán tener acceso a la pensión siempre y cuando acrediten al menos cinco años de convivencia o medien hijos comunes. En caso de cumplir esos requisitos, las parejas de hecho sólo recibirán una pensión temporal de viudedad. Por otra parte, los matrimonios que no lleguen a los dos años, no tengan hijos y la muerte de su pareja se haya producido por enfermedad común tampoco tendrán derecho a la pensión de viudedad.
Esta reforma va a afectar de modo negativo y directo a quienes trabajan por cuenta ajena en los empleos peor remunerados y, ¡cómo no! -que todo tiene sesgo de género, amigo-, más crudamente a las mujeres, por la sencilla razón de que han tenido y tienen más dificultades para el acceso al empleo y más periodos en blanco en sus cotizaciones por haber dedicado tiempo al cuidado de las personas dependientes. Progresista la reforma,¿eh?