La palabra, la valentía y el futuro
Iñaki IRIONDO | Corresponsal político
El presidente del Gobierno español se preguntó «¿a qué temen aquellos que no son capaces de usar sólo la palabra, las ideas, para defender sus postulados políticos en una democracia?». «¿Acaso piensan que si con sólo la democracia, la palabra y el debate abierto, sus tesis nunca podrán ser mayoritarias?». Y luego aseguró que «sólo con la palabra, sólo con las ideas, sólo con el respeto a la libertad de todos se puede avanzar, se puede participar. En este terreno, la democracia ha demostrado históricamente y lo puede demostrar en el futuro -subrayó- su gran capacidad de integración y de superación hasta en los momentos más duros que ha podido vivir un pueblo».
No es la primera vez que José Luis Rodríguez Zapatero utiliza el recurso dialéctico de presentar el uso exclusivo de la palabra como una expresión de seguridad y coraje y el recurso a la violencia como una muestra de temor. El pasado 6 de diciembre, afirmó en Congreso de los Diputados que «el más valiente es el que esgrime sólo la palabra en defensa de sus ideas» y lo hizo -como recordaba el editorial de GARA del día siguiente- en la conmemoración del referéndum de la Constitución que encomienda a las Fuerzas Armadas la defensa de la «integridad territorial de España» y del «ordenamiento jurídico».
Al escuchar a Zapatero afirmar si alguien teme que sólo con la palabra y el debate abierto sus tesis nunca serán mayoritarias, seguro que más de uno se preguntó si no será ésa la razón por la que las autoridades españolas impiden que la ciudadanía vasca pueda decidir su futuro libremente, sin corsés ni imposiciones. Y al oirle proponer avanzar sólo con la palabra y el respeto a la libertad de todos, seguro que también más de uno pensó: ¿Cuándo empezamos?