Sangriento ataque al «tren de la amistad" entre India y Pakistán
Horas antes de que una delegación negociadora paquistaní de alto nivel llegara a Nueva Delhi, la explosión de varias bombas reforzadas con queroseno convirtió varios vagones del «tren de la amistad" indo-paquistaní en una bola de fuego. Al menos 67 pasajeros, la mayor parte de nacionalidad paquistaní, murieron abrasados. Se trata de un nuevo ataque a la línea de flotación de un proceso de paz entre los dos rivales históricos surgidos tras la partición de 1947.
GARA | NUEVA DELHI
Al menos 67 personas murieron calcinadas vivas en un atentado perpetrado en la noche del domingo al lunes contra un tren que comunica a India y Pakistán y que amenaza con hacer descarrilar el proceso de paz entre estos históricos enemigos.
Una bola de fuego, provocada por explosivos reforzados con queroseno, arrasó a medianoche dos vagones del «tren de la amistad», que une las ciudades de Nueva Delhi y Lahore.
El ministro de Comunicaciones Ferroviarias, Lalu Prasad Yadav, confirmó el hallazgo de restos de las bombas y de botellas llenas de queroseno.
El ataque no ha sido reivindicado. «Sea quien sea, lo que está claro es que es el atentado es un intento de desestabilizar el proceso de paz entre India y Pakistán», deploró el ministro de Interior, Shiv Raj Patil.
El presidente y general golpista paquistaní, Pervez Musharraf, aseguró que «semejantes actos de terrorismo tan injustificables no servirán más que para reforzar nuestra determinación a lograr el objetivo común de una paz duradera entre ambos países». El atentado tiene lugar en vísperas de la llegada hoy a India de una delegación paquistaní liderada por el ministro de Exteriores, Jurshid Kasuri. El propio jefe de la diplomacia paquistaní aseguró ayer que «este horrible acto de terrorismo no pone en peligro» su llegada hoy a Nueva Delhi.
Kasuri aseguró que la mayor parte de las víctimas son de nacionalidad paquistaní. No obstante, un portavoz del hospital de Panipat, Ved Gupta, insistió en que «por el estado carbonizado de los cadáveres, es difícil identificar sin son indios o paquistaníes».
Los supervivientes narraron que dos explosiones, seguidas de un «gigantesco incendio», sembraron el pánico y el caos en el tren. «Yo estaba al fondo del vagón cuando he oído un ruido ensordecedor», narró M. Kamaruddin, un paquistaní de 60 años. «Todo estaba lleno de humo y oía a gente pedir ayuda. Cuando pude salir del vagón, he comprobado que las puertas estaban cerradas impidiendo poder salir a la gente».
90 minutos sin asistencia
Los servicios de rescate tardaron 90 minutos en llegar al lugar de las explosiones.
Tras el atentado, onde de los 16 vagones del tren continuaron viaje. Los vagones carbonizados y convertidos en amasijos de chatarra quedaron en un lado de la vía para ser analizados.
Pese a las alusiones bilaterales al compromiso de ambas partes de seguir profundizando en el proceso de paz, los analistas no excluyen que la atmósfera tras este atentado haya quedado viciada y que ambas partes pierden capacidad de maniobra para seguir dialogando. Y es que, tras la partición de 1947, ambos países, actualmente potencias nucleares, han protagonizado tres guerras, dos de ellas por la cuestión de Cachemira, enclave musulmán ocupado en parte por el Estado indio.