Jamal Zougam aparece en el sumario como una pieza clave para destapar la autoría. Fue el primer detenido, acusado de haber vendido las tarjetas de los teléfonos móviles con los que se activaron los explosivos. Y algunos testigos afirman que lo vieron en los trenes. Ayer, como hizo al inicio de su declaración el viernes, negó todo ello asegurando que a esa hora estaba durmiendo en su casa. Y acusó a la Policía de implicarle en venganza por no haber querido actuar como confidente suyo.

Según afirmó a preguntas de su abogado, en 2001 la Policía le abordó en dos ocasiones para pedirle información sobre posibles radicales islamistas en el barrio de Lavapiés de Madrid, a lo que se negó. Añadió que uno de los agentes le dijo el 13 de marzo, cuando fue detenido, que «si hubieras colaborado con nosotros, no te habría pasado esto».

El presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, le preguntó por qué no había contado esto antes. Zougam respondió que sus abogados no le ayudaban ni visitaban, y que además él temía represalias si hablaban de ello.

En la jornada de ayer declaró otra de las personas a las que se señala como presunto autor material de los atentados: Basel Ghalyoun. Denunció que sólo una persona le ha identificado como tal, y que lo hizo un año después y señalando una foto «muy antigua». Durante la instrucción de la causa, el juez Juan del Olmo decidió no imputarle al entender que la identificación era dudosa. Ghalyoun también afirma que en esa mañana del 11 de marzo estaba dormido. Y niega haber pasado por el piso de Leganés en el que se encontró un gorro de rezo que tendría su perfil genético.

El abogado de la AVT incidió en tratar de sembrar dudas que apuntaran a alguna implicación vasca. Así, preguntó a Ghalyoun si cuando residió en Donostia «compró temporizadores». Su abogado también preguntó a Zougam si pertenecía a ETA, e incluso al GRAPO. Éste respon- dió que no. Además, el tribunal ha pedido al CNI que desclasifique un documento en el que uno de los supuestos implicados en la venta de los explosivos elucubraría sobre conexiones con ETA.

Incidentes y condenas

En la sesión se produjeron algunos incidentes con víctimas de los atentados. Tres de ellas fueron conminadas a ocupar sus asientos tras acercarse a escasos centímetros del cristal blindado tras el que están los presos y señalarles con el dedo.

Éstos mantienen una actitud tranquila. Zougam pidió ayer excusas a la fiscal por haberse reído ante una pregunta suya, lo que motivó una reprimenda del juez.

Insisten además en condenar la acción. Así lo hizo el tecer interrogado ayer, Abdelmajid Bouchar, cuando le preguntaron si había enviado un fax reivindicativo.