«Más inmovilismo, más de lo mismo». Con esas palabras resumió Arnaldo Otegi la valoración que le merece lo manifestado por el presidente español en el acto de clausura de la Conferencia Municipal y Foral del PSE, celebrado en Gasteiz el fin de semana. Con los cinco principios planteados por José Luis Rodríguez Zapatero -«final de la violencia, respeto a las leyes, acuerdo plural multipartito en el marco de la Constitución, ni un paso mientras subsista la violencia y determinación para alcanzar la paz»-, el mahaikide consideró inviable construir un escenario diferente.

En una rueda de prensa en Donostia, en la que expresó el apoyo de la izquierda abertzale a las próximas movilizaciones por los derechos de los presos (ver página 11), Otegi se preguntó si «alguien cree que desde instrumentos legislativos y penales construidos y redactados con la derecha extrema [en alusión a la Ley de Partidos] se puede buscar un proceso de soluciones en este país».

Frente a esa «postura inmovilista» situó la propuesta de autonomía política con derecho a decidir para los cuatro herrialdes de la Euskal Herria peninsular presentada por la izquierda independentista. Una oferta que, según manifestó, «busca el desbloqueo de la situación y la solución definitiva al proceso y al conflicto político». De hecho, destacó, el resto de agentes políticos han tenido que reconocer que la izquierda abertzale está dando pasos, «aunque los consideren insuficientes».

Por ello, reclamó al presidente español que responda a esa propuesta y que diga si considera que los cinco criterios que él fijó en la capital alavesa son «una alternativa» a la misma.

Una de esos principios es que para concurrir a las elecciones hay que respetar las leyes, «también la Ley de Partidos», a lo que el dirigente de Batasuna replicó que «la única condición en democracia para estar en las instituciones son los votos de la ciudadanía. La izquierda abertzale tiene cientos de miles de votos de los ciudadanos vascos y, por lo tanto, tiene derecho no sólo a concurrir a las elecciones sino a estar en las instituciones, donde queremos estar para que el proceso pueda avanzar».

Las alusiones al inmovilismo de Zapatero no sólo llegaron desde la izquierda independentista. Para el presidente del GBB del PNV, Joseba Egibar, el líder del PSOE «no aportó ninguna novedad. Dice lo mismo en Guadalajara que en Vitoria, pero además no cambia ningún contenido: el respeto a la ley, la pluralidad, la democracia...».

«Ahora, que dé con la fórmula»

En una entrevista a ETB, preguntó al presidente español qué opinión le merece la «postura mayoritaria» de la sociedad vasca en contra de la Ley de Partidos. Recordó que cuando Zapatero y Aznar dieron el visto bueno a esa ley «lo hicieron con una intencionalidad política» ya que se trata de «una ley ad hoc para ilegalizar a Batasuna», y ahora el presidente español debe «dar con la fórmula» para que «en ese escenario electoral de primavera puedan concurrir todas y cada una de las expresiones políticas» si es que quiere «caminar en un clima de normalidad política».

También se refirió a la propuesta de la izquierda abertzale, que, a su entender, obedece al «intento de rescatar un proceso que se entendía ya hundido, finiquitado, y creo que esa propuesta política ha tenido un destinatario, que es el PSOE y Zapatero, de la que ayer [por el domingo] ni habló». Y agregó no albergar «ninguna duda» de que «esa propuesta va acompañada de una manifestación y decisión de ETA para posibilitar un nuevo escenario».

En opinión del dirigente jeltzale, «las cosas se están precipitando, y esperemos que para bien», y subrayó que tras el atentado de Barajas «se han movido muchas cosas y los ciclos son cada vez más cortos».

El secretario general de ELA, José Elorrieta, criticó que Zapatero pretenda «abrir una nueva situación política con los viejos instrumentos» que mantienen «restricciones enormes». En declaraciones a Radio Euskadi, indicó que el Gobierno español intenta «marcar los tiempos y los límites de un proceso político dentro de la Constitución, marcando una serie de reglas de juego muy restrictivas incluso desde la participación de la izquier- da abertzale».