El presidente de Armenia, Robert Kotcharian, se ha mostrado a favor de la adhesión de Turquía a la UE, porque favorecería su evolución hacia un país «más abierto, tolerante y dispuesto a revisar su historia». Sin embargo, aclara que ese ingreso no es incondicional.

En una entrevista en «Le Figaro» con motivo de su visita al Estado francés, afirma que su Turquía ingresara en las instituciones comunitarias, Armenia sería frontera con la UE, lo que considera «altamente positivo».

Armenia carece de relaciones diplomáticas con Turquía, con la que tiene un contencioso histórico derivado del genocidio armenio a manos del Ejército turco en 1915, que algunos historiadores cifran en 1,5millones de muertos. Ankara niega este hecho y ha propuesto a Ereván la creación de una comisión conjunta que estudie aquellos acontecimiento, lo que el Gobierno armenio rechaza.

Relaciones diplomáticas

No obstante, el presidente de Armenia asegura que su Gobierno está dispuesto «a establecer relaciones diplomáticas con Turquía sin condiciones previas, a crear una comisión intergubernamental y a discutir todas las cuestiones, incluso las más sensibles».

Pero se mostró escéptico respecto a una mejora de relaciones entre ambos países tras la muerte en atentado hace un mes del periodista turco de origen armenio Hrant Dink. «El problema es mucho más profundo y tiene su origen en la historia del pueblo turco. Los imperios siempre han tenido dificultades para pedir perdón, aún más los orientales», afirma.

Turquía reconoció la independencia de Armenia en 1991, pero sin establecer relaciones diplomáticas. Además, Ankara impuso un bloqueo a Ereván en 1993 en solidaridad con Azerbaiyán por el conflicto en torno a Nagorno-Karabaj, enclave de población armenia que alcanzó su independencia con la desaparición de la Unión Soviética.