athletic El apoyo y las ayudas entre los jugadores resultó efectivo
Movilidad de los atacantes como revulsivo ofensivo
El dibujo táctico de Mané ante el Getafe varió según las necesidades del partido, el juego y el equipo
Manex ALTUNA | BILBO
El Athletic consiguió resolver ante el Getafe parte de los problemas que le crean los rivales en su propio campo y obtener la victoria que anhelaba en San Mamés. Los equipos visitantes se han llevado muchos puntos de Bilbo haciendo lo justo, orden y seguridad defensiva a la espera de su oportunidad para marcar, mientras los rojiblancos se desquiciaban ante las dificultades que encuentran para combinar en ataque.
El juego demasiado estático que practicaba el Athletic y que buscaba insistentemente a Urzaiz con balones en largo o entrar por las bandas sin jugadores específicos para esa posición facilitaba la tarea de los rivales. Ante el Getafe, en cambio, Mané probó una nueva estrategia que a la postre le dio resultado.
La primera sorpresa llegó al ver que Javi Martínez se quedaba en el banquillo y Aduriz y Gabilondo -había sido duda durante la semana por una sobrecarga- eran de la partida. No se sabe si el preparador de Balmaseda tenía en mente esa propuesta desde el principio o si debido al golpe que recibió en la cara el navarro en el entrenamiento del sábado se decantó por ese once.
Al final optó por Aduriz, y los dos goles del delantero donostiarra le dieron la razón. Sin embargo, no sólo cambió el acierto ante la portería contraria de Aduriz, ya que el resto de jugadores que ocupan posiciones adelantadas también modificó su trabajo.
Mané realizó una pequeña variación en el dibujo táctico cambiando según las necesidades del equipo. Cuando el Athletic buscaba el gol, Yeste, Aduriz y Urzaiz se dejaban caer a las bandas para facilitar la salida del balón y provocar incertidumbre en la zaga madrileña por sus constantes movimientos. A su vez, Iraola y Gabilondo trataban de incorporarse por sus respectivas bandas en caso de que existieran huecos.
El Athletic no jugó con el rombo en la medular que utilizaba Heynckees en su primera etapa con Urrutia como pivote, Eskurza a la derecha, Garitano -o Mendiguren si el de Derio centraba su posición- y Julen Guerrero en la media punta con dos delanteros arriba -Ziganda y Valverde-, aunque a veces podía parecerse.
Es cierto que Murillo se quedó prácticamente como única referencia clara en el centro del campo completando el trabajo sucio, pero Gabilondo y, sobre todo, Iraola le ayudaron cuando hizo falta, ya que estaban bastante centrados. Esas ayudas, unidas a la presión que ejercían los atacantes, dificultaron jugar al Getafe y propiciaron el primer gol.
Con el resultado a favor, el Athletic acertó a la hora de salir a la contra -así llegó el segundo- aprovechando los espacios que dejaron los madrileños para después cerrarse bien en defensa cuando entró Javi Martínez.