Tocaba lunes de resaca en Tajonar, pero las referencias en las instalaciones rojillas a la derrota frente al Celta fueron mínimas en la jornada de ayer.

Y es que el tropiezo del domingo pospone el encuentro de Osasuna con la tranquilidad definitiva en Liga, pero el inmediato regreso de la competición europea hace lo propio con los lamentos. Y éso que, como reconocía Josetxo, con la derrota «perdimos una oportunidad de encarrilar la permanencia», en un momento de la temporada en el que «hay muchos equipos con pocos puntos de diferencia», con lo que «todos podemos ir para arriba, pero cuidado, porque, si nos despistamos, también podemos ir para abajo», adivirtió.

Pero como confesaba Javier Flaño, «no tenemos tiempo ni para pensar ni para lamentarnos porque dentro de tres días tenemos un partido muy importante». Aunque el tropiezo del domingo haya supuesto «un pequeño palo inesperado, no sirve para nada lamentarse -insistió-. Ahora hay que mirar a los objetivos que tenemos a corto plazo y tenemos que comprometernos para dar lo máximo».

Toca centrarse, por tanto, en el encuentro de vuelta de dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA, que traerá pasado mañana al Girondins a Iruñea. Sin pasarse, porque según Josetxo, la competición europea «es un premio», pero la verdadera exigencia marcha por otros derroteros. «Nuestro objetivo es la Liga -subrayó el central-. Por tanto, primero queremos salvarnos y después llegar lo más lejos posible en otras competiciones. ¿Qué haces llegando a la final de la UEFA si después desciendes a Segunda? Además, varios jugadores conocemos la Segunda y, sinceramente te digo, a mí dame la Primera. Con estas premisas -insistió-, la UEFA se convierte en algo adicional».

La afición rojilla

Adicional, pero importantísimo. Y sobre todo, muy «ilusionante». Para el equipo, porque las competiciones europeas se traducen en «prestigio», y para la afición, como demuestra el desplazamiento masivo a Burdeos.

«Le debemos una a la afición -reconocía Javier Flaño- por cómo nos están animando durante todo el año y por cómo se portaron en el partido de ida». «Se lo debemos a todos los que viajaron a Burdeos -coincidía Josetxo-. Creo que es un día para dar más del cien por cien».

No sólo porque la parroquia rojilla se mereza ese esfuerzo, sino también porque la eliminatoria lo exige, tras un empate a cero que Josetxo considera «engañoso, porque cualquier empate a goles les beneficia. Esperemos desplegar un mejor juego que en Burdeos».