Foro Social Mundial de Nairobi: Paso adelante en la relación con los movimientos sociales
Nairobi marca un antes y un después en la relación con los movimientos sociales de África y la incorporación de sus problemáticas y luchas en la reflexión del resto de movimientos. Suplir el Foro en 2008 por una Jornada de Acción Global marca la superación de la dicotomía que se daba entre el Foro y la acción social y permite integrar al conjunto de fuerzas que se reconocen en el FSM.
José EGIREUN
ESK
Africa es una de las principales víctimas de la globalización neoliberal y, sin embargo, venía siendo uno de los continentes ausentes de las seis ediciones anteriores del FSM. Desde ese punto de vista y a pesar de las dificultades (aplastante presencia de ONG en detrimento de movimientos sociales, participación de la jerarquía eclesiástica en el comité organizador, las elevadas tarifas de inscripción o lo que se ha venido a denominar la «mercantilización del FSM»...) que están en debate para próximas ediciones, esta séptima edición del Foro ha supuesto un paso adelante.
Nairobi marca un antes y un después en la relación con los movimientos sociales y de resistencia del continente africano y la incorporación de distintas problemáticas y luchas en las reflexiones del resto de los movimientos; aun cuando las dificultades materiales (económicas) y legales (visados...) para desplazarse hasta Nairobi hace pensar en la ausencia de movimientos del continente africano y haya que seguir trabajando en esa dirección.
Por otra parte, la denuncia sobre «las tendencias hacia la mercantilización, la privatización y la militarización del espacio del FSM» y la preocupación expresada «por la presencia de organizaciones que trabajan contra los derechos de las mujeres, sectores marginados, y contra los derechos sexuales y la diversidad, en contradicción con la Carta de Principios del FSM» recogidas en la declaración de los movimientos sociales ha servido para introducir en la agenda del Consejo Internacional que rige el devenir del Foro la elaboración de unas normas que eviten estos hechos y animar a la participación más activa y coordinada de los movimientos sociales en el marco del Consejo, que en sí mismo es importante.
Por último, la decisión de suplir la ausencia de Foro Social Mundial el 2008 con una Jornada de Acción Global marca, en cierta medida, la superación de la dicotomía que se venía danto entre el Foro y la acción social, permitiendo integrar al conjunto de fuerzas que se reconocen en el FSM en una jornada de acción y situar al Foro en el camino de la movilización social como motor de cambio y confrontación con el neoliberalismo. Una jornada que invita a buscar marcos de acción comunes a nivel local, que es donde se construyen estas movilizaciones, tal como se hizo el 15 de febrero de 2003.