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A falta de un claro favorito para el Oscar, todas las apuestas están echadas

La cita es hoy, a las cinco de la tarde, en el teatro Kodak de Los Ángeles. En ese momento (una de la madrugada en Euskal Herria) arrancará la ceremonia televisiva más vista del planeta. Las fiestas de promoción y los banquetes han sido la tónica de esta semana, en un esfuerzo titánico por promocionar a los candidatos. Al no haber una clara favorita, todas las apuestas están echadas. Un donostiarra, Borja Cobeaga, puede llevarse uno de los preciados Oscar a casa.

GARA | LOS ÁNGELES

En la víspera de la entrega de los Oscar, la incógnita es mayor que nunca sobre el futuro de la estatuilla a la mejor película, una categoría donde no existe un claro favorito.

La crítica está dividida sobre cuál será el título que pondrá el broche de oro a una larga ceremonia. De ellas, «La Reina» y «Cartas desde Iwo Jima» van un poco más rezagadas aunque abiertas a una sorpresa de último minuto. El drama costumbrista sobre la familia real británica tras la muerte de Lady Di cuenta con muchos seguidores pero se ha visto eclipsado por la soberbia interpretación de su protagonista, Helen Mirren, a todas luces ganadora de la estatuilla como mejor actriz.

Y en el caso de «Cartas desde Iwo Jima», con todos los méritos que tiene la última obra de Clint Eastwood, el hecho de estar hablada en japonés dificulta su victoria, como le pasó recientemente a otros favoritos subtitulados, como «La vida es bella». Sobre el papel, «Babel» lleva las de ganar al menos como la cinta con más candidaturas, siete, de las cinco que optan a Mejor Película. También le sirven de apoyo sus similitudes narrativas con la ganadora del pasado año, «Crash», con una historia en la que tramas diversas confluyen en un mismo filme. Pero la obra del mexicano Alejandro González Iñárritu también ha contado con numerosos detractores, algo que le puede restar votos en favor de sus rivales.

En el caso de «Infiltrados», la victoria rubricaría el espaldarazo que parece de rigor hacia su director, Martin Scorsese. Con 64 años y ocho candidaturas al Oscar en su carrera, seis de ellas como director, parece haber llegado el momento de que esta leyenda viva del cine, autor de obras como «Taxi Driver» o «Uno de los nuestros», reciba su estatuilla. Pero los designios del Oscar siempre son impredecibles y la idea de votar por un remake como lo es «Infiltrados» ha podido ahuyentar más de un voto. Eso deja a «Pequeña Miss Sunshine» como posible ganadora porque, como explica el crítico Michael Rechtshaffen de la revista «The Hollywood Reporter», se trata de una «sátira» familiar «adorada» por el público que «no pretende resolver los problemas del mundo». Que además sea ganadora de los principales premios que otorgan los sindicatos de profesionales en esta industria, muchos de ellos también miembros de la Academia, es significativo.

Junto con la segura victoria de Mirren como mejor actriz, el resto de las categorías de interpretación también parecen estar cantadas a falta de la obligada sorpresa de última hora. Como mejor actor, Forest Whitaker y su retrato de Idi Amin en «El último rey de Escocia» es el claro favorito, aunque eso deje a Peter O'Toole sin la estatuilla una vez más tras las ocho candidaturas de su carrera. En las categorías secundarias, la debutante Jennifer Hudson y su trabajo como la cantante revelación de «Dreamgirls» tiene al Oscar derretido porque a la Academia le encanta descubrir estrellas. Y como mejor actor de reparto, la esperada victoria de Eddie Murphy por «Dreamgirls» puede verse amenazada por Alan Arkin y su trabajo en «Pequeña Miss Sunshine» si los académicos se animan a valorar así una larga carrera.

 

La gala más vista del planeta

Extendida la alfombra roja y preparados los presentadores, todo está a punto para que la 79 edición de los Oscar sea hoy (madrugada de mañana aquí) una vez más la gala televisada más vista del planeta, a lo que contribuye este año el aluvión de candidatos extranjeros.

Lewis J. Horvitz dirigirá la transmisión de la ceremonia por décima vez consecutiva, en colaboración con Laura Ziskin, productora de películas como la saga de «Spiderman» y que organiza la velada por segunda vez tras la de 2002, que le valió un premio Emmy. Ambos tienen la responsabilidad de que las casi cuatro horas previstas de emisión que comenzarán a las 17.00 horas en Los Ángeles transcurran de modo ameno. Para ello se han sacado de la manga una innovación, la «Cámara de agradecimientos», situada tras el escenario para que los ganadores, Oscar en mano, se extiendan tanto como quieran en sus discursos de gratitud y los citados en ellos puedan verlo en internet, en vez de en directo sobre el escenario, lo que haría eterna la ceremonia.

La Academia de Hollywood regaló a los 177 candidatos una grabadora en miniatura que dura 45 segundos, tiempo aconsejado para el discurso, a fin de que fuesen ensayando. De camino al teatro Kodak, los invitados desfilarán por la famosa alfombra roja, cuyos 152 metros y medio de recorrido peinarán catorce cámaras de alta definición, informó la Academia. Otras 350 personas se encargarán de coordinar y manejar veinte cámaras centradas en el escenario y los 3.300 asientos del teatro. A fin de evitar que se vea una butaca vacía si un invitado abandona la sala, este año por vez primera un pinchadiscos amenizará la espera en las pausas publicitarias, y para suplir a los que aun así salgan habrá 250 personas empleadas como "rellena-asientos". Todo para que no se empañe una transmisión de la que tiene la exclusiva la cadena ABC y que el año pasado consiguió una audiencia de 76,6 millones de personas sólo en EEUU .

Siempre en la cresta de la ola, ya sea por ser nombrada la persona más divertida de EEUU o bajo el calificativo de «degenerada», Ellen DeGeneres llega como maestra de ceremonias a esta edición de los Óscar dispuesta, una vez más, a romper moldes. Las expectativas son muchas ante el juego que puede dar con su incisivo humor el domingo esta comediante, actriz, presentadora y escritora nacida en 1958, que se define como «lesbiana, Acuario y vegetariana». «Ellen DeGeneres nació para presentar los premios de la Academia», sentenció la productora de la gala, Laura Ziskin, al anunciar la designación el pasado septiembre. «Hace falta alguien que pueda mantener la energía, la frescura y el dinamismo del acto y que a la vez sea, sin lugar a dudas, un gran artista. Ellen cumple con todos estos requisitos», remachó.

Mientras, los ensayos de los presentadores que se encargarán de abrir los sobres y pronunciar las famosas palabras de «y el Oscar es para...» comenzaron el jueves pasado. Beyoncé, James Taylor, Melissa Etheridge, Jennifer Hudson, Randy Newman, Keith Robinson y Anika Noni Rose serán los intérpretes de las canciones candidatas.

Algunos de los invitados, por cierto, portarán una lágrima roja en la solapa, una iniciativa de Amnistía Internacional y Global witness para alertar sobre el tráfico de diamantes durante una gala conocida precisamente por el brillo de estas joyas.

 
INCÓGNITA

La crítica está dividida sobre cuál será el título que pondrá el broche de oro a la larga ceremonia. «Babel» e «Infiltrados» parecen tener más posibilidades, pero «Pequeña Mis Sunshine» puede dar una sopresa.

PREPARATIVOS

Los candidatos han recibido una grabadora para que ensayen sus agradecimientos no superiores a los 45 segundos. Se han contratado a 250 personas para que rellenen los asientos de quienes se ausentan durante la ceremonia.

Borja Cobeaga y Mariví Bilbao preparan sus trajes de gala

El director donostiarra Borja Cobeaga ha viajado a Hollywood nada menos que con veinticinco amigos entre los que cuenta a la actriz de su película, Mariví Bilbao Goyoaga, que desfilará por la alfombra roja. Nominado por su cortometraje «Éramos pocos», Cobeaga ha pasado unos intensos días en la meca del cine promocionando su película.

Según adelantó a Efe, su paso por la famosa alfombra será «con un traje de Adolfo Domínguez con corbata estrechita que está muy bien» y, en caso de tener que recoger premio, sólo dirá «un gracias como una catedral». Y hablando de catedrales, Cobeaga confirmó que para alzarse con el triunfo cuenta con el apoyo incluso de la Iglesia católica. «El otro día, al final de la misa, el cura dijo: 'Compartamos la alegría de los padres del nominado al Óscar', y así cerró la misa», contó entre risas.

Borja Cobeaga (Donostia, 1977), prepara ya su primer largometraje, una historia de humor centrada en Euskal Herria, un terreno en el que ya se ha desenvuelto por su labor como guionista en el programa «Vaya semanita». Y es que el humor es hasta ahora la constante de la obra de Cobeaga, tanto en su anterior corto, «La primera vez» (2001), como en este «Éramos pocos», historia de una peculiar familia que cosechó tantas carcajadas como aplausos en su pase en Hollywood. Protagonizado por Alejandro Tejerías, Ramón Barea y Mariví Bilbao Goyoaga, obtuvo el Premio a la Mejor Comedia en el Aspen Internacional Shorts Fest. Medios como Entertaninment Weekly han augurado perspectivas de triunfo a este trabajo, aunque el director donostiarra cree que no son más que «las preferencias de un crítico».

Cobeaga compite con el madrileño Javier Fesser, director de «Binta y la gran idea», rodada en Senegal y patrocinado por UNICEF, y que es otra de las favoritas. El resto de candidatas son la danesa «Helmer & Son», de Soren Pilmark; la australiana «The Saviour», de P. Templeman, y la estadounidense «West Bank Story», de Ari Sandel.

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