De lo vivido anoche en Anoeta la conclusión más importante que se puede sacar es que el revulsivo que demanda el público no es el cambio de Lotina, cuya continuidad incluso se solicitó desde el mismo sector en el que se exigió con mayor fuerza la dimisión de Fuentes. Lo que quedó claro, dentro de la desorientación que vive todo el club, es que la decisión que la afición espera del Consejo es su dimisión. Si en condiciones normales tras una racha y una situación como la actual lo normal es pedir un cambio en el banquillo para lograr ese revulsivo, tras ver ayer a Lotina apostar por los jugadores en los que debía delegar la responsabilidad de afrontar esta dura situación y sabiendo que los futbolistas no ven en esa decisión una solución al problema, el mejor revulsivo para tranquilizar el ambiente es definir desde ya un proceso electoral y así evitar situaciones como la vivida ayer en Anoeta.