Iker Ozkoidi e Itoitz Armendariz son socios e integrantes del equipo Euskadi Dogs Team de mushing, un deporte popularmente conocido como trineos con perro. Ambos han vivido con decepción este invierno sin nieve. La falta del elemento blanco obligó a suspender la Pirena, así que han puesto sus ilusiones en el Campeonato del Mundo de sprint -hasta 25 kilómetros- , que se celebra en el norte de Suecia entre el 5 y el 11 de marzo, para completar periplo el fin de semana siguiente en el Europeo que se desarrollará en Noruega, el lugar donde estos días están entrenando. En enero se metieron 3.200 kilómetros en coche buscando nieve en Suiza y sólo pudieron entrenar 11 kilómetros con los perros.

Ozkoidi, un navarro de 28 años que también practica escalada, esquí y trabaja con un camión, se inició muy temprano en la disciplina. Tenía 11 años cuando compraron un cachorro, su padre vio lo de Pirena y terminaron haciendo una camada. Fueron pioneros en Nafarroa, así que tuvieron que improvisar y aprendieron. El iruindarra es el más experimentado del tándem y lleva una docena de Pirenas a sus espaldas. Se estrenó con 15 años en esta competición extrema que el califica como una «de las más duras de Europa porque es larga, las etapas, el recorrido, la temperatura y el tipo de nieve no facilitan las cosas».

Pese a las complicaciones, llegó a terminar como subcampeón en dos ediciones. Sus vacaciones son para entrenar,buscando el frío de noviembre de Noruega, Suecia y Chequia con 24 perros, de los cuales selecciona los necesarios para participar en distintas pruebas. Armendariz, guipuzcoano de 27, se compró un huskie en los 90 «cuando se pusieron de moda. El que me lo vendió competía algo, me enganché a él, hice un par de carreras y hace cuatro o cinco años conocí a Iker y empezamos a hacer cosas conjuntas para tener más posibilidades».

Historias de Jack London

Hoy por hoy el mushing tiene poco que ver con la literatura de Jack London, anque el iruindarra, que le ha leído, reconozca que de ahí salió todo. «Los perros ya no son iguales, ni huskies, ni malamutes. Hay quien tiene, pero el que anda metido en competición apuesta por cruces hechos con braco o pointer, vamos por perros cazadores. Estos los cruzas con huskies o nórdicos y tienen mucho más aguante, más velocidad y más cabeza para correr», explica Ozkoidi.

¿Los canes sufren? «Todo deportista sufre -admite Armendariz- pero también disfrutan». Nada de sobresfuerzo, ni de reventar a los componentes del equipo. «Este es el deporte más completo que hay porque es una forma de vida. Tienes veinte perros todos los días del año a los que hay que mantener, educar y con los que convives. Te tienen que gustar. Los esquíes los dejas en el garaje y las chancletas y el bañador en el armario, los perros requieren trabajo diario», relata el de Eskoriatza. Insiste en que no se trata de que los chuchos corran, sino que hay que tener una relación hombre-perro excelente para conseguir el mayor rendimiento que se remunera en satisfacción personal.

Tampoco la competición tiene la misma trascendencia que en Alaska. «Allí es deporte nacional, como la pelota aquí. Hay carreras, apuestas, se juega dinero y se gana pasta. Aquí todo son problemas, desde los vecinos que se enfadan porque los perros ladran hasta que no nieva, como este año», añade Armendariz. Centrados en el Mundial, Ozkoidi participará en la categoría de ocho perros y Armendariz en la de seis. Se trata de un certamen abierto, pero para poder participar se requiere cierto ranking y el respaldo de una selección. Así que Armendariz cuenta que «para ir a un campeonato oficial tienes que correr con la selección de un país. Yo quise ir como Euskadi y me dijeron `o corres con España o no vas', e independiente tampoco, así que hemos tenido que tragar».

Los dos practican un deporte que les cuesta dinero. «En Pirena sí que hay en metálico, 10.000 euros al primero..., pero en el resto de carreras no. Al revés, hay que pagar las inscripciones», apunta el navarro. «Al ser en Suecia y como no tenemos ningún tipo de ayudas, ni de federación, ni de instituciones, va el que ha conseguido pasta», especifica el guipuzcoano. El presupuesto de 18.000 euros necesario para cumplir la temporada les ha obligado a vender camisetas y llamar a empresas a la busqueda de patrocinio. Les han ayudado Transportes Azkar y Autocaravanas Irun. Será el primer Mundial para Armendariz y el segundo para el de Iruñea. Entonces terminó octavo. En un año «raro» como éste no tienen demasiadas referencias, así que un puesto entre los 15 primeros «estaría bien», admite Armendariz.