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REAL No se llegó a discutir la continuidad de Lotina en el banquillo

El Consejo analizó la sentencia de Anoeta y la fecha de la Junta

La directiva se reunió ayer en la sede del club para tratar la petición de dimisión que trasmitió la afición y tiene previsto hacer públicas sus conclusiones en breve

Joseba ITURRIA | DONOSTIA

El Consejo de Administración de la Real Sociedad adelantó a ayer su reunión habitual de todos los martes para analizar los acontecimientos que tuvieron lugar el sábado en Anoeta, con una petición generalizada de dimisión del órgano directivo y un apoyo importante al entrenador, lo que imposibilita recurrir al revulsivo habitual en este tipo de situaciones.

Ningún directivo quiso hacer manifestaciones públicas ni antes ni después de la reunión y la previsión es que el Consejo comunique a través de una rueda de prensa o de un comunicado quizás hoy mismo sus conclusiones. El Consejo no va a dimitir aún, pero sabe que tiene que convocar una Junta Extraordinaria en la que se defina quién debe dirigir el club a partir de ese momento y la mayor discusión es la elección de la fecha en la que tendrá lugar y la forma en la que será convocada.

Lo normal y deseable es que se convoquen unas elecciones no más tarde del mes de mayo, porque esperar hasta el final de temporada o pensar en una Junta para poner a disposición de la misma los cargos de los consejeros no tiene sentido, porque la confianza en el Consejo de todos es nula y eso implicaría que entonces habría que convocar elecciones salvo que Miguel Santos se levante y diga que él estaría dispuesto a ser presidente desde ese momento y ratifique eso la Junta. Algo que casi tendría tintes de esperpéntico.

Lo que no admite dudas es que el Consejo convocará una Junta y no va a hacer valer su derecho a seguir en el poder porque sabe que no tiene la confianza de los accionistas en esta situación y además los consejeros -la gran mayoría ni cobran y tienen una dedicación muy importante-, no están por la labor de seguir si la gente no quiere. Lo que tampoco van a hacer, como es lógico, es dimitir ahora y dejar al club sin dirección. El problema es que todo esto debía haberse producido hace un mes, con lo que se habría evitado la pañolada del sábado y se habría ganado tiempo para abrir un proceso de seria reflexión del accionariado.

El modelo imposible

Porque, al margen del gran desconocimiento que hay de la Real en la sociedad, y en medio de la desorientación total que vive el entorno, es fundamental una reflexión. Lo fácil es buscar culpables y seguir con el funcionamiento sistemático de la guillotina realista. En siete años han caído tres Consejos, cinco modelos de dirección deportiva, una decena de técnicos y casi un centenar de jugadores.

Aquí siempre la culpa es de alguien que no es capaz de llevar adelante un modelo imposible de club de cantera en el que se pita a los de casa, un club que debe fichar extranjeros que marquen la diferencia sin endeudarse y con abonos baratos, y un club que debe estar en la primera mitad de la tabla con el decimocuarto presupuesto real.

DIMISION

El Consejo no se plantea dimitir ahora, quería convocar una Junta a final de temporada para medir la confianza de los accionistas, pero lo sucedido el sábado le deja en la necesidad de adelantar esa cita y abrir un proceso electoral.

muchos cambios

En siete años han caído tres Consejos, cinco modelos de dirección deportiva, una decena de entrenadores y casi un centenar de jugadores. El club está abocado a una reflexión profunda de las causas de esta inestabilidad terrible.

A las cinco en Zubieta, vuelta a los entrenamientos

Tras gozar ayer de jornada de descanso, los realistas están citados a las cinco en Zubieta para comenzar a preparar el encuentro del domingo a la misma hora en el campo del Zaragoza, en el que causarán baja Savio dentro del acuerdo para lograr su cesión y Aitor por acumulación de tarjetas.

Nunca perdió cuatro partidos seguidos en casa

La Real batió otro triste récord histórico ya que el club blanquiazul no había perdido nunca cuatro partidos seguidos en casa. Tampoco había encadenado, lógicamen- te, una racha de un solo punto y un solo gol en siete partidos. Y es que la actual es la peor campaña de la historia.

Poca demanda de entradas para viajar a Zaragoza

La iniciativa del Consejo de poner autobuses gratuitos para arropar a la Real en Zaragoza ha quedado devaluada por la derrota del sábado y no son muchas las peticiones de entradas que se han trasmitido hasta el club. Se espera que sólo sean algunas peñas las que viajen.

La plantilla no se veía legitimada para pedir nada

Varios medios difundían ayer que los jugadores se negaron a comparecer con Lotina el viernes en la lectura de su comunicado de petición de apoyo al público. Alguno para sostener que el técnico no seguiría en la Real con el grupo de jugadores que tiene ahora y otro dentro de una crítica al entrenador. Quizás lo que pasó la pasada semana, todo positivo, no debía trascender a la opinión pública, pero si ha salido, es mejor explicarlo bien para evitar lecturas erróneas. Lotina recurrió a un psicólogo con experiencia con equipos de élite para pedirle ayuda para salir de esta situación. Este le dijo que debía buscarse la implicación de un tercero, en este caso el público. Lotina quiso que técnicos y jugadores leyeran de manera conjunta el comunicado del viernes. Los jugadores lo analizaron el jueves en el vestuario mientras Lotina les esperaba en el césped en lugar de estar dentro -lo que habría sido mejor para no avalar las lecturas de desunión que se han sacado luego- y llegaron a la conclusión de que no tienen la legitimidad de pedir nada al público, sino la obligación de darle más y que por eso creían que no debían pedir ese apoyo y que de hacerlo debía darse ese paso tras ofrecer una victoria. Eso fue lo que Aitor le dijo al saltar al césped y por eso Lotina leyó en solitario el comunicado. Dar importancia a este proceso no tiene sentido y lejos de desunir ha unido más a todos y eso es positivo. Es bueno que Lotina y los jugadores busquen soluciones. Estos se han esforzado en el campo por hacer las cuestiones técnicas que pide su entrenador. Es más, son demasiado disciplinados. Sería recomendable que le mostraran su desacuerdo cuando ven que toma un camino equivocado y que se buscase más en los técnicos las razones de la situación que en ellos. Pero tienen la confianza tan baja que no se sienten legitimados ni para pedir nada al público ni para culpar al entrenador de la situación actual.

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