«El éxito de la novela de intriga esotérica se debe a la fascinación por el disparate"
Felipe BENÍTEZ REYES
Premio Nadal 2007
Izaskun LABEAGA | BILBO
¿Por qué una parodia sobre las novelas de intriga esotérica?
La inspiración primera fue cervantina. Cervantes parodió en su día los libros de caballería porque éstos contenían una serie de ideales que a él le parecían rancios y grandilocuentes: el ideal del caballero, del amor cortés, el valiente que por su dama se lanza a los peligros y se bate con dragones. Cervantes hizo una novela cómica con un personaje cómico, que es Don Quijote. Ese fue el punto de partida. Ante mi divertido estupor acerca de las novelas de misterio esotéricas y de conjeturas teológicas e históricas, pensé que estaría bien aprovechar toda esa materia para hacer una novela que tuviera un trasfondo paródico, aunque el fin fuese otro que la mera parodia.
Siempre han existido lectores para ese tipo de obras. ¿A qué cree que se debe su éxito hoy?
En ese tipo de éxito juegan muchos factores pero yo creo que el esencial es la fascinación del género humano por el disparate. Todos tenemos un fondo disparatado y necesitamos que nos cuenten historias que, por una parte, no nos creemos del todo pero, por otra, tenemos necesidad de que nos cuenten. Forman una especie de realidad extravagante dentro de nuestro concepto global de la realidad.
¿De ahí que diga que elogia también la fantasía?
Sí. Creo que la de la fantasía es una facultad casi alucinógena del pensamiento: que podamos sentarnos a imaginar cosas es algo fabuloso. Imagínese que el género humano tuviera que conformarse con pensar sólo las cosas que le ocurren. Tenemos el privilegio de poder pensar en aquello que no nos ocurre: podemos imaginar qué nos ocurriría si no nos ocurriese lo que nos está ocurriendo.
Para escribir este relato ha tenido que ponerse en el papel de un escritor como Dan Brown, ¿no es así?
Claro. He tenido que documentarme, he tenido que leer ese tipo de novela, porque necesitas conocer el referente que vas a parodiar. Al margen de eso, ha existido una labor muy laboriosa de documentación en torno a ese tipo de literatura esotérica. Ha sido una labor ardua pero gozosa: me lo he pasado bien.
Y ¿qué le ha llamado la atención sobre la leyenda de los Reyes Magos?
Lo curioso es que en la Biblia sólo se les menciona en el Evangelio de San Mateo. Luego aparecen también como personajes secundarios en algunos evangelios apócrifos. Pero, a partir de la Edad Media, se crea una trama legendaria en torno a la figura de los Reyes Magos sorprendente. En principio son unos reyes paganos, que vienen de Oriente, además, y que tienen una gran aceptación en el Occidente cristiano. Se convierten también en motivo iconográfico recurrente. Todo ello va generando cada vez más leyenda. Yo, a veces, me pregunto: ¿cómo una pequeña anécdota de la Biblia genera todo ese entramado? Creo que se debe a que la historia es especialmente buena: unos personajes que abandonan su reino porque ven una estrella que se estampa en el cielo y, de pronto, se echan a los caminos en busca de no se sabe qué ni quién, que llegan a un pesebre y ahí está el redentor del mundo, que se vuelven a su casa y no se sabe más de ellos. ¿A qué da pie eso? A conjeturas sobre la estrella, el camino, cuáles eran los reinos de aquellos reyes... Hay centenares de historias. Yo he aprovechado todo eso como documentación y lo he incorporado a la novela.
Ha comentado que Cervantes era despiadado con su personaje. Usted da otro tipo de trato a los suyos.
Uno acaba sintiendo algún tipo de ternura por sus personajes. Cervantes fue muy implacable con Don Quijote. Nosotros leemos El Quijote hoy como una novela triste pero era una novela cómica. El propósito de Cervantes fue crear un payaso para que nos riésemos con él porque Don Quijote encarnaba todos los ideales de los que Cervantes se burlaba. Lo que ocurre es que los libros de caballería ya no se leen y desaparece el referente que parodiaba Cervantes. Al desaparecer el referente, el libro se convierte en otra cosa. Nosotros hacemos lecturas abstractas del Quijote fuera de su contexto histórico.
No resulta fácil hacer reir al lector. ¿Cómo ha hecho frente a ese reto?
Es muy difícil hacer reir con una novela. El humor es una especie de rebaje de la solemnidad, de la grandilocuencia. En cualquier caso, el único fin que persigo no es el de hacer reir. El humor me sirve de vehículo.
Poseedor del Premio de la Crítica y del Nacional de Literatura español, ¿qué ha significado para usted ganar el Nadal?
Sobre todo, acceder, quizás con algún tipo de garantía, a lectores que no son mis lectores habituales y que son mayores en número.
La aparición de «Mercado de espejismos» ha coincidido en el tiempo con la publicación del libro de poemas titulado «La misma luna», que ha sido igualmente premiado.
El libro contiene poemas que he escrito en los últimos siete años. La poesía es un género mucho más lento que el de la novela, es un género caprichoso; no escribes cuando quieres. Cuando uno se anima a escribir un poema es porque ya no tiene más remedio.
¿Existe un hilo conductor entre los textos del poemario?
Una interpretación del tiempo: la explicación del ser, de uno mismo en el fluir del tiempo.
Una cuestión que aborda también en la novela.
Sí. Pienso que yo podría haber tenido una vida maravillosa en el siglo XV pero estar muerto ya y que puedo tener una vida desastrosa en el XXI pero quedarme el consuelo de estar vivo. El hecho de ser consciente de tu mortalidad, de estar implicado en el tiempo, me parece un truco de magia fabuloso. El final del truco es que por mucho empeño e ilusiones que alimentes, te mueres. Es el truco perfecto.
premio nadal 2007
El escritor gaditano Felipe Benítez Reyes (Rota, 1960) ha sumado el Premio Nadal a una larga lista de galardones, entre ellos, el Nacional de Literatura español, el Ateneo de Sevilla y el de la Fundación Loewe de poesía. La obra ganadora, «Mercado de espejismos», es un divertido relato con el que el autor parodia las novelas de intriga esotérica tan de moda, siguiendo la senda de Cervantes.
«¿Cómo una pequeña anécdota de la Biblia genera todo ese entramado? Creo que se debe a que la historia es especialmente buena»
«El de la poesía es un género caprichoso; no escribes cuando quieres. Cuando uno se anima a escribir un poema es porque ya no tiene más remedio»