Txus Vidorreta hablaba de «limar las pérdidas» como método para poder tener opciones de victoria ante DKV Joventut. No obstante, más que limarlas, el conjunto badalonés le sacó punta a las pérdidas de balón del cuadro bilbaino. Hasta 25 se dejaron en el camino los pupilos de Txus Vidorreta. Así, aunque sea evidente el bajón físico de los catalanes, no se puede vencer ante nadie.

Bilbao Basket tiene en La Casilla su fortín, donde equipos como Unicaja o Bruesa GBC han salido escaldados. Sin embargo, la «Penya» fue demasiado para el equipo local, aunque se mantuvo en el partido hasta el último minuto, donde se condenó por culpa de, naturalmente, dos nuevas pérdidas.

Triples al inicio

De cualquier manera, el equipo local -compuesto por un atípico quinteto inicial, con Azofra y Antelo de inicio y con Salgado y Rancik calentando banquillo- empezó mandando en el marcador gracias a los triples. Azofra y Luc Recker martilleaban el aro badalonés desde la línea del triple. Aun así, la ventaja de los bilbainos fue efímera, ya que todo cambió cuando los de Aíto García Reneses apretaron atrás.

Tras el 13-16 del final del primer cuarto, los catalanes se aplicaron en defensa -aunque varias pérdidas no fueron producto de la defensa, sino de errores- y, capitaneados por Bennett y Rudy Fernández, se marcharon en el marcador hasta un peligroso 23-33 a falta de pocos minutos para el descanso.

Aun así, los de Txus Vidorreta, con un Banic que cada vez ofrece mejores prestaciones, se arrimaron al definitivo 29-33 del descanso.

El choque se rompió tras el descanso. Con Gaines y Rudy en la notación y Ricky Rubio en la defensa, los badaloneses se escaparon definitivamente con 11 puntos de ventaja.

El último cuarto fue querer y no poder. Recker y Banic caían eliminados y, con ellos, se iba el espíritu de los bilbainos. Con esta derrota, los vizcainos vuelven a mirar hacia abajo en la Liga.