El último ex entrenador del Alavés, Fabriciano González Fabri, respondió ayer en una carta abierta a las declaraciones realizadas el lunes por el presidente y máximo accionista albiazul, Dmitry Piterman, quien apuntó que el técnico gallego había dimitido tras «perder un poco el norte» y aseguró que había sido un entrenador «barato», con un coste de 8.000 euros.

Fabri replicó que Piterman «se cree Dios», y aseguró que «no hace falta» que le descalifique porque «ya lo hice yo trabajando con usted, manchando mi currículum de más de veinte años de profesión y, eso sí, engrandeciéndolo, por otra parte, ya que el nombre de tan distinguido club, el Deportivo Alavés, figura en él».

Fabri añadió que ha sido «un privilegio y un honor vivir de cerca el saber estar del vestuario del Alavés y el señorío de la afición y la ciudad de Vitoria. Pero fue también un suplicio y una ruindad vivir bajo la bota opresora de alguien que sólo sabe ser un valiente con sus subordinados». En cuanto a los aspectos económicos, pregunta al ucraniano si no sería «más importante tratar sobre sus reiterados incumplimientos laborales con la plantilla antes de falsear una realidad sobre el contrato con un ya ex entrenador».

Luna, de «larga duración»

El argentino Mario Luna será anunciado hoy como nuevo «entrenador» del Alavés, después que el propio técnico confirmara ayer que ha alcanzado un acuerdo para firmar un contrato «de larga duración».