Durante el pasado año, la derecha navarra, que es mucho más que UPN, se vió obligada a reformular su estrategia política ante la evidencia del agotamiento del modelo que tan buenos resultados les había ofrecido hasta entonces. El alto el fuego de ETA actuó como precipitante de una crisis que ya se veía venir, y se evidenció el distanciamiento entre quienes habían actuado de la mano para frenar cualquier proyecto de cambio político en Navarra. La excusa, siempre la misma: el supuesto anexionismo vasco, enemigo de la identidad de Navarra. Para la derecha, era un chollo contar con la complicidad servil de agentes como PSN, UGT y CCOO, que dejando de lado sus posiciones históricas habían hecho suyo el modelo de la Navarra «foral y española». No es casual que los líderes de UPN recuerden con nostalgia a Urralburu: con aquel PSOE todo les iba de perlas.

Ahora las cosas han cambiado. Aunque no se observan grandes cambios dentro del PSN, no pueden seguir manteniendo la línea de los últimos años. Para la derecha navarra es vital frenar cualquier tentación evolutiva del PSN y hacer que vuelva al viejo modelo de «consenso». Esta derecha sabe muy bien que su verdadero problema está en la izquierda abertzale y en su capacidad para dinamizar nuevos escenarios políticos, por eso ha intentado ignorar a Batasuna y buscar la polarización con Nafarroa Bai. Por eso «Diario de Navarra» ha insistido en presentar a NaBai como la favorita para las elecciones (lo mismo ha hecho «Diario de Noticias», que se define a sí mismo como «el otro» ¡qué curioso!).

Sin embargo, en las últimas semanas el decorado de cartón piedra ha caído. El exitoso acto del Anaitasuna y la reacción de UPN y CDN convocando una manifestación han evidenciado que sólo hay dos proyectos nítidos para Nafarroa, el de la Navarra foral y española liderado por la derecha y el de la izquierda abertzale, que pasa por una Navarra protagonista de la unidad de los territorios vascos. El primero apela a la voluntad de los navarros pero impide que esta voluntad se exprese, el segundo propone mecanismos democráticos para que la sociedad decida libremente.

La temperatura sube y seguirá subiendo, porque nos acercamos a las elecciones y la derecha quiere conseguir que la izquierda abertzale no pueda presentarse.